El Parlamento de Corea del Sur destituyó este sábado al presidente Yoon Suk Yeol, tras su fallido intento de imponer la ley marcial el pasado 3 de diciembre, lo que desencadenó una crisis política sin precedentes.

La moción, impulsada por la oposición, obtuvo 204 votos a favor, superando los 200 necesarios para una mayoría de dos tercios. Aunque el voto fue secreto, al menos 12 legisladores del oficialista Partido del Poder Popular (PPP) habrían apoyado la medida, ya que la oposición cuenta con la mayoría.

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Yoon, de 63 años, se enfrenta ahora a un proceso en el Tribunal Constitucional, que tiene seis meses para ratificar o rechazar su destitución. Mientras tanto, el primer ministro Han Duck-soo asumió como presidente interino, prometiendo "gobernanza estable". De confirmarse su salida, se convocarían elecciones anticipadas, y Yoon se convertiría en el segundo mandatario en ser destituido por el Parlamento, después de Park Geun-hye en 2004.

La crisis estalló luego de que Yoon ordenara la movilización del ejército para bloquear al Parlamento y justificar la imposición de la ley marcial, acusando a la oposición de ser "fuerzas antiestatales". Miles de manifestantes salieron a las calles con rechazo, enfrentándose a los militares en una escena que marcó un punto de inflexión en su gobierno.

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