De la disolución de la Asamblea a la caída de cuatro primeros ministros en solo un año
La renuncia del flamante primer ministro Sébastien Lecornu, incluso antes de encabezar su primer Consejo de Ministros, es el último episodio de una crisis política e institucional sin precedentes en la historia reciente de Francia.
Un año de turbulencia institucional
Con su dimisión, Sébastien Lecornu se convirtió en el primer ministro más breve en la historia de la Quinta República francesa.
Apenas 27 días después de haber sido designado en Matignon, y pocas horas después de anunciar su gabinete, Lecornu presentó su renuncia, sin llegar siquiera a realizar su discurso de política general. Este nuevo golpe a la estabilidad institucional marca un hito en un proceso de crisis que se inició hace poco más de un año.
France 24 reconstruyó los principales episodios de esta secuencia de inestabilidad sin precedentes.
9 de junio de 2024: la disolución sorpresa
La noche de las elecciones europeas —triunfales para Agrupación Nacional (RN), que obtuvo el 31,37 % de los votos—, Emmanuel Macron anunció de forma inesperada la disolución de la Asamblea Nacional.
«La extrema derecha representa tanto el empobrecimiento de los franceses como el declive del país. No puedo actuar como si nada hubiera pasado», declaró entonces Macron, quien calificó la disolución como una decisión «grave y trascendental», pero también como «un acto de confianza» en los ciudadanos.
Era la primera disolución desde el intento fallido de Jacques Chirac en 1997. Las elecciones legislativas se convocaron de urgencia para el 30 de junio (primera vuelta) y el 7 de julio (segunda vuelta), tras una campaña relámpago inédita en la historia reciente.
30 de junio: elecciones anticipadas y un Parlamento fracturado
Aunque Agrupación Nacional ganó la primera vuelta, no logró mayoría absoluta. La Asamblea resultó fragmentada en tres grandes bloques:
- Nuevo Frente Popular (izquierda): 182 escaños
- Coalición presidencial «Juntos por la República»: 168 escaños (tenía 250 en 2022)
- RN (extrema derecha): 123 escaños, convirtiéndose en el partido con más representación parlamentaria
Ante la derrota oficialista, el entonces primer ministro Gabriel Attal presentó su renuncia el 16 de julio. Sin embargo, Macron anunció que no nombraría a su sucesor hasta después de los Juegos Olímpicos de París, generando el «interregno» más largo de la Quinta República: 51 días con un gobierno interino en funciones.
5 de septiembre: Michel Barnier asume como primer ministro
Tras la pausa olímpica, Macron nombró al veterano Michel Barnier como nuevo primer ministro. A sus 73 años, Barnier se convirtió en el jefe de Gobierno más longevo en asumir el cargo.
Su gabinete, de tendencia conservadora, incluía figuras como Bruno Retailleau (Interior). Pero la fragilidad de su coalición quedó expuesta con la discusión del presupuesto 2025. El 2 de diciembre, Barnier recurrió al polémico artículo 49.3 de la Constitución para aprobar el presupuesto sin votación.
Dos días después, una moción de censura promovida por la izquierda y apoyada por RN cosechó 311 votos, superando los 288 necesarios. Barnier fue forzado a dimitir apenas tres meses después de asumir.
13 de diciembre: Bayrou, cuarto primer ministro en 12 meses
Tras arduas negociaciones, Macron designó al líder del MoDem, François Bayrou, como nuevo primer ministro.
El 23 de diciembre presentó un gabinete que sorprendió por el regreso de dos exprimeros ministros (Élisabeth Borne y Manuel Valls) y el fortalecimiento del ala derecha con figuras como Retailleau y Darmanin.
En febrero de 2025, Bayrou también activó el artículo 49.3 para aprobar el presupuesto del año en curso, el más tardíamente aprobado desde 1958.
Pero el 8 de septiembre, en una moción de confianza que él mismo solicitó, el Parlamento lo rechazó. Por primera vez en la historia de la Quinta República, un primer ministro no superó ese voto. Antes, los 21 primeros ministros que se habían sometido a este proceso lo habían sorteado con éxito, incluso en contextos difíciles.
9 de septiembre: Lecornu, una «última carta» que duró 27 días
Para intentar salir del atolladero, Macron recurrió a uno de sus colaboradores más leales: Sébastien Lecornu, ministro de las Fuerzas Armadas y exmiembro de Los Republicanos.
Visto como la «última carta» del presidente, su nombramiento generó expectativas. Pero el entusiasmo se desvaneció con rapidez.
La mañana del lunes 6 de octubre, Lecornu presentó su renuncia, apenas horas antes del que sería su primer Consejo de Ministros. Enfrentado a la resistencia de la izquierda, que le reclamaba compromisos sociales, y debilitado por divisiones internas en Los Republicanos, su gestión quedó sepultada antes de comenzar.
Ni siquiera llegó a presentar su discurso de política general, previsto para el 7 de octubre. Su paso por Matignon quedó registrado como el más breve de todos los primeros ministros de la Quinta República.
Epílogo incierto
En solo un año, Francia tuvo cuatro primeros ministros y vivió una disolución parlamentaria que, lejos de resolver la crisis, la profundizó.
La falta de mayoría parlamentaria, el uso reiterado del artículo 49.3 y la creciente polarización política plantean un interrogante inquietante: ¿cómo seguirá gobernando Emmanuel Macron hasta el final de su mandato?