El nuevo presidente de Corea del Sur busca estrechar vínculos con EEUU y Japón y abrirse a Norcorea
Lee Jae-myung anunció que buscará el diálogo con Norcorea, al tiempo que fortalecerá la cooperación trilateral con Estados Unidos y Japón tras su elección.
El presidente de Corea del Sur, Lee Jae-myung, asumió este miércoles el cargo con un llamado a superar las divisiones internas, restaurar la democracia tras la reciente crisis institucional y enfrentar los desafíos económicos y geopolíticos con una “diplomacia pragmática” centrada en los intereses nacionales.
“Seré el presidente de todos, que abrace y sirva a todo el pueblo”, declaró Lee en su discurso de investidura, pronunciado frente a la Asamblea Nacional, en Seúl. La ceremonia se desarrolló en formato reducido, con solo 360 asistentes, en contraste con los más de 40.000 que asistieron a la toma de posesión de su predecesor.
Lee inició su mandato tras imponerse con el 49,4% de los votos frente al 41,2% del conservador Kim Moon-soo, en unas elecciones anticipadas convocadas después de la destitución del expresidente Yoon Suk-yeol, quien intentó declarar la ley marcial en diciembre. Este contexto electoral marcó un punto de inflexión en la política surcoreana, donde las tensiones y la polarización han sido moneda corriente.
Durante su alocución, el nuevo jefe de Estado instó a dejar atrás las confrontaciones ideológicas. “Recurriremos a políticas útiles, sean de Park Chung-hee o Kim Dae-jung”, dijo, mencionando a dos expresidentes de ideologías opuestas. Esta afirmación refleja un intento de Lee de trascender las divisiones políticas que han caracterizado a la nación en los últimos años. También advirtió que su administración tomará medidas para evitar futuros intentos de insurrección: “Prevendremos cualquier intento futuro de insurrección militar”.
Las relaciones internacionales
En el plano internacional, Lee se comprometió a fortalecer la alianza militar con Estados Unidos y a consolidar la cooperación trilateral con Japón. “A través de una diplomacia pragmática basada en los intereses nacionales, convertiremos la crisis provocada por los cambios globales en una oportunidad para maximizar nuestros intereses”, sostuvo. Este enfoque podría ser clave para afrontar las dinámicas cambiantes en la región y asegurar una respuesta coordinada ante desafíos comunes.
Respecto al régimen de Corea del Norte, Lee anunció una doble estrategia: mantener la capacidad de disuasión militar en coordinación con Washington y reabrir canales de diálogo con Pyongyang. “Detendremos las provocaciones nucleares y militares de Corea del Norte mientras abrimos canales de comunicación para construir la paz en la península”, declaró. “No importa cuán costosa sea, la paz es mejor que la guerra”, agregó. Este planteamiento sugiere una voluntad de equilibrio entre la firmeza y la diplomacia, un enfoque que ha tenido tanto defensores como críticos en el pasado.
Horas después de asumir, Lee se comunicó con el jefe del Estado Mayor Conjunto, Kim Myung-soo, y solicitó mantener la preparación operativa ante posibles provocaciones norcoreanas, según imágenes difundidas por la televisión local. Posteriormente, visitó el cementerio nacional para rendir homenaje a exlíderes y caídos en conflicto, un gesto que subraya el compromiso del nuevo presidente con la memoria histórica del país.
La situación económica en Corea del Sur ocupa un lugar central en la agenda del nuevo gobierno. Lee anunció la creación de un equipo de emergencia para enfrentar la amenaza de recesión. “Vamos a librar una batalla frontal contra los riesgos económicos”, indicó. Con una previsión de crecimiento del 0,8% para 2025, según el Banco Central, y ante la reducción de la tasa de interés clave, el contexto económico se presenta como un desafío significativo para su administración.
Lee no mencionó directamente las tensiones comerciales con Washington, pero sí advirtió que “el proteccionismo y la reestructuración de las cadenas de suministro representan una amenaza para nuestra supervivencia”. Esta declaración resuena con las preocupaciones de muchos economistas sobre el impacto de las políticas comerciales en el desarrollo económico del país.
El mandatario iniciará la formación de su gabinete en los próximos días, en un contexto legislativo favorable: su partido ostenta la mayoría parlamentaria para los próximos tres años. Entre los primeros nombramientos se encuentran el jefe de Gabinete, el primer ministro y el director del Servicio Nacional de Inteligencia, lo que podría facilitar la implementación de su agenda política.
Desde Washington, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, felicitó al nuevo mandatario y destacó la solidez de la alianza bilateral. “Estados Unidos y la República de Corea comparten un compromiso inquebrantable con la alianza, basado en nuestro tratado de defensa mutua, valores compartidos y profundos lazos económicos”, señaló en un comunicado. Este respaldo podría ser crucial para Lee en su búsqueda de estabilizar y fortalecer la posición de Corea del Sur en el escenario internacional.