El papa León XIV hizo un llamado este miércoles a los líderes del mundo para que abandonen el camino de la guerra y se sienten a negociar.

En un emotivo discurso ante los representantes de las Iglesias orientales por su Jubileo, el pontífice subrayó que “la guerra nunca es inevitable” y que las armas “no resuelven los problemas, sino que los aumentan”.

El pueblo quiere la paz y yo, con el corazón en la mano, les digo a los líderes del pueblo: ¡reunámonos, hablemos, negociemos! Las armas pueden y deben callar, porque no resuelven los problemas, sino que los aumentan", señaló.

El papa León XIV pidió poner fin a las guerras: “El pueblo quiere la paz”

El mensaje llega en la antesala del encuentro entre representantes de Rusia y Ucrania en Turquía. Aún no está confirmado si el presidente ruso, Vladimir Putin, participará de la reunión. Su par ucraniano, Volodímir Zelenski, en cambio, ya manifestó su voluntad de dialogar cara a cara.

En su discurso, León XIV destacó que las Iglesias orientales conocen de primera mano los horrores de la guerra, hasta el punto de que el papa Francisco ha llamado a vuestras Iglesias mártires”, y agregó: “Es cierto: desde Tierra Santa hasta Ucrania, desde Líbano hasta Siria, desde Oriente Medio hasta Tigray y el Cáucaso, ¡cuánta violencia!“.

“Y por encima de todo este horror, por encima de las masacres de tantas vidas jóvenes, que deberían provocar indignación, porque en nombre de la conquista militar muere gente”, remarcó el papa, que recibió los aplausos de las miles de personas llegadas para este Jubileo, entre los cuales había asistentes de países como Siria, Ucrania, Líbano o Irak.

En ese sentido, pidió rezar “por esta paz, que es reconciliación, perdón, la valentía de pasar página y empezar de nuevo” y señaló que “quien siembra la paz pasará a la historia, no quien cosecha víctimas; porque los demás no son enemigos sino seres humanos: no personas malas a las que odiar, sino personas con las que dialogar”.

A su vez, el Sumo Pontífice, que lleva menos de una semana en el cargo, rezó por los cristianos, orientales y latinos, que se encuentran especialmente en Oriente Medio, y que “perseveran y resisten en sus tierras” y destacó “se les debe dar la oportunidad, no solo de palabra, de permanecer en sus tierras con todos los derechos necesarios para una existencia segura”.