El Parlamento de Francia destituyó al primer ministro François Bayrou: Emmanuel Macron deberá renovar su gobierno
Sin sorpresas, 364 diputados votaron en contra, entre ellos las oposiciones de izquierda y de ultraderecha, anunció la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet.
El Parlamento francés derribó este lunes al segundo gobierno en nueve meses, en medio de un tenso debate sobre la deuda pública que estuvo atravesado por llamados a convocar nuevas elecciones legislativas e incluso a la dimisión del presidente Emmanuel Macron.
Desde el fallido adelanto electoral de 2024, Francia atraviesa una profunda inestabilidad política, sin mayorías parlamentarias sólidas y con una deuda pública que ya equivale al 114% del PIB.
El último episodio de esta crisis fue la caída del primer ministro François Bayrou, quien intentó persuadir a los diputados de respaldar su plan presupuestario para 2026, que contemplaba recortes por 44.000 millones de euros (51.600 millones de dólares). Aunque no estaba obligado a hacerlo, Bayrou, de 74 años, decidió someter su gestión a una moción de confianza que terminó perdiendo: 364 diputados votaron en contra, incluidos bloques de izquierda, ultraderecha e incluso algunos aliados del oficialismo, mientras que solo 194 lo apoyaron.
“Ustedes pueden derrocar al gobierno, pero no pueden borrar la realidad”, advirtió Bayrou durante la sesión, en la que denunció la “emergencia vital” que enfrenta la segunda economía de la Unión Europea debido a su sobreendeudamiento.
El cuarto primer ministro de Macron desde 2022 presentará formalmente su renuncia este martes, según su entorno. La noche del lunes tiene previsto reunir a su gabinete en un encuentro “distendido”.
¿Nuevas elecciones?
El plan de ajuste, que incluía la supresión de dos días feriados, reavivó el malestar social. Este lunes se realizaron concentraciones frente a las alcaldías para celebrar la caída del primer ministro. Pero las miradas están puestas en una jornada de protestas convocada para el miércoles bajo el lema “Bloqueemos todo” y en una huelga “masiva” anunciada por los sindicatos para el 18 de septiembre.
En este clima, la presión se concentra sobre Macron, que dispone de varias alternativas, todas con riesgos. La líder ultraderechista Marine Le Pen sostuvo que el presidente tiene la “obligación” moral de convocar elecciones legislativas anticipadas. Sin embargo, ella no podría participar por estar inhabilitada a raíz de una condena por malversación de fondos europeos, cuya apelación será juzgada entre el 13 de enero y el 12 de febrero próximos.
De acuerdo con los sondeos, unos comicios anticipados dejarían otra vez una Asamblea fragmentada en tres bloques —izquierda, centroderecha y ultraderecha— sin mayorías estables, aunque con un avance del partido de Le Pen y un retroceso del oficialismo.
¿Un nuevo primer ministro?
Otra opción es designar a un nuevo jefe de gobierno, con la difícil tarea de conciliar las posiciones enfrentadas de la oposición. La semana pasada, Macron sugirió la posibilidad de abrir el diálogo con el socialismo y ampliar el gabinete más allá de su alianza centrista y del partido conservador Los Republicanos (LR).
“Estamos listos, que venga a buscarnos”, afirmó este lunes el diputado socialista Boris Vallaud, aunque aclaró que la formación de un nuevo gobierno debe corresponder a la izquierda, vencedora de las legislativas de 2024.
El ex primer ministro y actual diputado oficialista Gabriel Attal, en tanto, propuso alcanzar un “acuerdo de interés general” entre todas las fuerzas para superar el bloqueo político hasta el final del mandato de Macron en 2027.
¿La dimisión de Macron?
Las líneas rojas de cada partido vuelven casi imposible consolidar una mayoría estable, mientras crece la presión de los mercados para que Francia logre sanear sus cuentas públicas. El próximo viernes, la agencia Fitch anunciará su nueva calificación sobre la deuda soberana francesa. En marzo ya había advertido que la rebajaría si el país no presentaba un “plan creíble” de reducción a mediano plazo.
La caída de otro gobierno alimenta las especulaciones sobre una eventual renuncia de Macron. Aunque el presidente ya descartó esa posibilidad, un 64% de los franceses la respalda, según una encuesta de Odoxa-Backbone, y la izquierda radical la exige abiertamente.
“Bayrou cayó (…) Macron ahora está en primera línea frente al pueblo. Él también debe irse”, escribió en X el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon.