El rey Felipe VI de España condenó el “sufrimiento indescriptible” del pueblo palestino en Gaza durante una visita oficial a Egipto esta semana, en una declaración pública inusualmente directa para un jefe de Estado europeo, que generalmente evita intervenir en asuntos internacionales de alta sensibilidad política.

“El último episodio de este conflicto, desencadenado por el brutal ataque terrorista contra Israel hace ya casi dos años, ha proyectado una sombra demasiado larga y ha provocado una respuesta con innumerables víctimas, que ha degenerado en una crisis humanitaria insoportable, el sufrimiento indescriptible de cientos de miles de inocentes y la devastación total de Gaza”, afirmó el monarca durante un encuentro con residentes españoles en El Cairo.

Felipe VI también destacó que tanto España como Egipto buscan “facilitar la coexistencia pacífica, el diálogo y la reconciliación en Medio Oriente”.

Aunque el rey suele mantener una postura neutral en temas de política internacional, el Gobierno español ha endurecido su posición respecto a Israel y ha expresado de manera creciente su respaldo a la población palestina.

En 2024, España reconoció oficialmente al Estado palestino, junto con Noruega e Irlanda, una decisión que marcó un hito diplomático en Europa y que otros países, como Canadá, Francia y el Reino Unido, consideran replicar.

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, también ha sido contundente en sus críticas. A principios de septiembre calificó las acciones de Israel en Gaza como “el exterminio de un pueblo indefenso”, según reportó la agencia Associated Press. La reacción israelí no se hizo esperar: prohibió la entrada al país a dos ministros españoles.

El conflicto diplomático se intensificó esta semana cuando España convocó al embajador israelí en Madrid, luego de que el ministro de Asuntos Exteriores de Israel tildara a Sánchez de “antisemita y mentiroso”. La acusación surgió tras los comentarios del mandatario español, quien sugirió que las organizaciones deportivas internacionales reconsideren la participación de Israel en competiciones en función de sus operaciones en Gaza.