El presidente francés, Emmanuel Macron, y su esposa, Brigitte, decidieron dar un paso inusual en los tribunales estadounidenses: presentarán pruebas científicas y documentación personal para demostrar que la primera dama no nació hombre, como sostiene desde hace años un sector del activismo de ultraderecha. La medida forma parte de la demanda por difamación que la pareja presentó en julio contra la influencer conservadora Candace Owens, a quien acusan de difundir deliberadamente una teoría conspirativa falsa para aumentar su notoriedad, sumar audiencia y obtener beneficios económicos.

Owens, ex comentarista del medio conservador Daily Wire, con millones de seguidores en redes sociales, aseguró en 2024 que “apostaría toda su reputación profesional” a que Brigitte Macron es en realidad un hombre llamado Jean-Michel Trogneux. No se trató de un exabrupto aislado: la influencer insistió con esa idea en podcasts, videos y entrevistas, incluso en una serie de ocho episodios dedicados exclusivamente a sostener la acusación.

El abogado de los Macron, Tom Clare --del bufete Clare Locke, especializado en litigios de difamación de alto perfil-- explicó que su clienta considera las afirmaciones “increíblemente perturbadoras” y que constituyen además una “distracción” para el presidente francés en medio de su gestión. En diálogo con el podcast Fame Under Fire de la BBC, Clare confirmó que se aportarán “testimonios de expertos de naturaleza científica”, aunque evitó dar detalles. “Es un proceso al que tendrá que someterse de una manera muy pública, pero Brigitte está firmemente decidida a hacer lo que sea necesario para dejar las cosas claras”, señaló.

Emmanuel Macron presentará pruebas científicas de que su esposa Brigitte es mujer

El letrado adelantó que se incluirán fotografías de la primera dama embarazada y criando a sus tres hijos, nacidos en 1975, 1977 y 1984, fruto de su matrimonio anterior. Brigitte Macron, de 72 años, conoció a Emmanuel cuando era su profesora de teatro en la escuela secundaria de Amiens. Con 24 años de diferencia, su historia fue objeto de atención mediática desde que el dirigente centrista emergió como figura política en Francia. Hoy, Brigitte Macron tiene tres hijos y siete nietos.

Origen de la teoría conspirativa

La versión de que Brigitte Macron nació hombre circula en Francia desde 2021, cuando dos blogueras, Amandine Roy y Natacha Rey, difundieron un video en YouTube que viralizó la acusación. En aquel momento, Brigitte y su hermano mayor, Jean-Michel Trogneux, iniciaron acciones legales contra ambas. Obtuvieron inicialmente un fallo favorable por difamación, pero en apelación el tribunal lo anuló, alegando que el caso no encajaba en la definición legal de difamación y priorizando la libertad de expresión. El proceso sigue su curso en la Corte de Casación, el máximo tribunal francés.

La demanda en Estados Unidos, en cambio, apunta directamente a la responsabilidad de Owens. Según el escrito presentado en julio, la influencer “ignoró todas las pruebas creíbles que refutaban su afirmación a favor de la plataforma de conocidos teóricos de la conspiración y difamadores probados”. En términos jurídicos, los Macron deben demostrar que Owens actuó con “malicia real”: es decir, que difundió información falsa a sabiendas o con un desprecio imprudente por la verdad, requisito exigido en los casos de difamación que involucran a figuras públicas en EE.UU.

Los abogados de Owens respondieron con una moción de desestimación. Argumentaron que el caso no debería tramitarse en Delaware --estado donde están incorporados los negocios de la influencer-- porque no guarda relación con esa jurisdicción. Aseguran además que litigar allí supondría para ella “dificultades financieras y operativas sustanciales”.

Emmanuel Macron presentará pruebas científicas de que su esposa Brigitte es mujer

Una ofensiva mediática

Candace Owens no es ajena a la polémica. En los últimos años se convirtió en una de las voces más influyentes de la ultraderecha estadounidense, con posiciones cercanas a Donald Trump y un estilo provocador que combina denuncias contra el feminismo, el movimiento antirracista y las políticas de género. La campaña contra Brigitte Macron encaja en un repertorio discursivo que recurre a teorías conspirativas para deslegitimar adversarios políticos o figuras públicas.

El caso trasciende el ámbito judicial porque expone la circulación global de noticias falsas y el modo en que rumores marginales pueden amplificarse hasta convertirse en armas de ataque político. Emmanuel Macron lo explicó con claridad en una entrevista con la revista Paris Match en agosto pasado: “¡Se trata de defender mi honor! Porque esto es una tontería. Se trata de alguien que sabía muy bien que tenía información falsa y lo hizo con el objetivo de causar daño, al servicio de una ideología y con conexiones establecidas con líderes de extrema derecha”.

Una vida bajo la lupa

La biografía de Brigitte Macron siempre generó interés en Francia. Nacida en Amiens en 1953, creció en una familia de industriales chocolateros y desarrolló una carrera como docente. Allí conoció a Emmanuel, primero como alumno y más tarde como pareja, en un vínculo que se consolidó pese a las diferencias de edad y a las resistencias sociales. Desde la llegada de Macron al Elíseo en 2017, Brigitte asumió un rol público activo, con trabajo en temas de educación, salud y discapacidad.

El hermano mayor de Brigitte, Jean-Michel Trogneux, es la persona que Owens y otros conspiracionistas señalan como su verdadera identidad. En realidad, Trogneux vive en Amiens y mantuvo siempre una relación cercana con su hermana. Incluso asistió a las ceremonias de investidura presidencial de Emmanuel Macron en 2017 y 2022.

Un proceso con impacto global

La suba del caso a un tribunal estadounidense agrega un nuevo capítulo a la ofensiva judicial de los Macron. A diferencia de Francia, donde la justicia suele proteger más la libertad de expresión, en EE.UU. los juicios por difamación pueden tener consecuencias económicas muy significativas si se demuestra malicia real. Tom Clare, el abogado que representa a la pareja, es conocido por haber ganado casos resonantes contra medios y personalidades públicas.

“Es increíblemente molesto pensar que tenés que ir y someterte a este tipo de pruebas, pero Brigitte está dispuesta a hacerlo. Si la incomodidad de abrirse de esa manera es lo que se necesita para dejar las cosas claras y detener esto, está 100% lista para enfrentar esa carga”, insistió Clare.

La decisión de aportar testimonios científicos y material íntimo, como fotos de embarazos, muestra hasta qué punto la familia presidencial francesa está dispuesta a confrontar en tribunales lo que consideran una agresión organizada. El desenlace judicial no solo tendrá impacto en la reputación de Brigitte Macron, sino que también podría sentar un precedente sobre los límites de la desinformación digital y el costo de propagar teorías conspirativas con fines políticos y comerciales.

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