El presidente chileno Gabriel Boric vinculó el miércoles por primera vez y de manera directa al gobierno de su homólogo Nicolás Maduro con el asesinato en Chile de un disidente político venezolano asilado, un sonado caso que provocó roces diplomáticos.

A su vez, Boric advirtió sobre los "desvíos autoritarios" que ganaron fuerza en el mundo y alertó que "las dictaduras y los líderes autoritarios cruzan fronteras" durante un discurso en Roma en el marco de su visita oficial a Italia.

"Sin ir más lejos, en Chile tenemos el caso del asesinato de un exmilitar venezolano en donde uno de los sospechosos de haber perpetrado el asesinato es el mismo régimen del dictador Nicolás Maduro, que se robó las elecciones en su patria", dijo Boric.

Esta es la primera vez que Boric se refirió públicamente al caso del exteniente Ronald Ojeda, opositor del gobierno de Maduro que fue secuestrado y asesinado a inicios del año pasado en Santiago, donde había recibido asilo político en 2023.

El gobierno de Nicolás Maduro ha negado toda relación con la muerte de Ojeda.

La fiscalía chilena sostuvo que el exmilitar fue asesinado por miembros del Tren de Aragua, una banda criminal nacida en las cárceles de Venezuela y que se encuentra en el punto de mira del presidente estadounidense Donald Trump, quien la designó como organización terrorista extranjera con fines políticos.

Los investigadores mantuvieron que el crimen habría sido encargado por las autoridades venezolanas y, durante las diligencias, han salpicado a nombres del alto escalafón del gobierno de Maduro, entre ellos su ministro del Interior, Diosdado Cabello.

"No podemos perder de vista que los desvíos autoritarios pueden estar en la orden del día en cualquier lado", agregó Boric. "La defensa de la democracia tiene que ser sin dobles estándares".

Las declaraciones del presidente chileno se dieron durante un acto para celebrar los 50 años de un atentado contra los opositores políticos Bernardo Leighton y su esposa Ana Fresno, ordenado por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) y ocurrido el 6 de octubre de 1975. En la ceremonia también estuvo presente su homólogo italiano, Sergio Mattarella.