Impactante: un enjambre gigante de rocas sueltas fue captado por Hubble
El telescopio Hubble detectó una avalancha de rocas disparadas desde el asteroide impactado por la NASA.
La NASA acaba de anunciar el último descubrimiento del telescopio espacial Hubble sobre lo que le está sucediendo al asteroide Dimorphos después de la misión DART (Double Asteroid Redirection Test), que lo impactó intencionalmente el 26 de septiembre de 2022 -en lo que fue la primera prueba de defensa planetaria- cambiando ligeramente la trayectoria de su órbita alrededor del asteroide más grande Didymos.
Las imágenes captadas muestran un enjambre gigante de rocas sueltas por el impacto, dispersas como estrellas en la estela del asteroide.
Los nuevos registros obtenidos ayudarán a una próxima misión al asteroide para estudiar los resultados de la Prueba de redirección DART, con el fin de ayudar a refinar y planificar mejor tales impactos en el futuro.
Un desvío calculado
“La misión DART puede parecer muy divertida -continúa Jewitt-, pero tenía un propósito muy serio. El objetivo era tratar de sacar ligeramente a Dimorphos de su órbita actual alrededor del asteroide más grande Didymos, para probar cuán capaces somos de hacerlo en el posible caso de que un cuerpo peligroso se dirija en dirección a la Tierra”.
Sin embargo, todavía no saben mucho sobre los efectos continuos del impacto, por lo que los científicos continúan monitoreando el asteroide binario, utilizando telescopios como el Hubble para detectar los cambios leves que otros instrumentos podrían pasar por alto.
El 19 de diciembre de 2022, casi tres meses después de producirse el impacto intencional, Hubble tomó observaciones de los objetos que acababan de ser liberados, mostrando una nube de rocas dispersas en el espacio alrededor de Dimorphos y Didymos. Desde ese momento a hoy los especialistas han contado 37 rocas, que varían en tamaño de 1 a 6,7 metros de ancho, alejándose lentamente del asteroide a una velocidad de aproximadamente 1 kilómetro por hora.
El golpe inicial podría haber sido responsable; o podría haber creado temblores sísmicos que los soltaron más tarde.
Una nave espacial llamada Hera, que se lanzará en 2024, visitará el asteroide para estudiar los resultados de la prueba. “La nube de rocas seguirá dispersándose cuando llegue Hera -afirma Jewitt. Es como un enjambre de abejas que se expande muy lentamente y que eventualmente se extenderá a lo largo de la órbita del par binario alrededor del Sol”.
Mientras tanto, los controles continuos del Hubble ayudarán a los científicos a calcular las trayectorias de las rocas lejos del asteroide para que puedan averiguar exactamente desde dónde se lanzaron, lo que, a su vez, podría ayudarlos a descubrir cómo se expulsaron en primer lugar. /Infobae