Las fuertes lluvias, que han provocado inundaciones en amplias áreas de la zona central de Chile y han causado la muerte de cuatro personas y el desplazamiento de miles, avanzaron hacia el norte durante la noche y llegaron a la capital, Santiago.

Las inundaciones obligaron al Gobierno a declarar estado de catástrofe en algunas zonas para liberar ayuda de emergencia. Ante la llegada del frente climático a Santiago, las autoridades cerraron escuelas en 11 de los municipios de la capital.

Dado que la cordillera de los Andes se extiende por gran parte de la frontera chilena hacia el este, las fuertes lluvias han hecho que el agua descienda a las zonas más bajas, rompiendo riberas de ríos, inundando cultivos y destruyendo infraestructura.

Algunas áreas de las localidades de Constitución, Licantén, Talca y Santa Cruz quedaron inundadas, mientras que la unidad forestal de Empresas Copec SA se vio obligada a cerrar dos plantas.