Irregularidades financieras en el Vaticano: “A Francisco le ocultaron la verdad”
Una figura clave en el ámbito financiero del Vaticano, tras descubrir irregularidades en las cuentas, se vio obligada a presentar su renuncia y ahora busca reunirse con León XIV, argumentando que al Papa Francisco se le han ocultado aspectos fundamentales de la situación financiera de la Santa Sede.
En el contexto de las complejidades que rodean al Vaticano, la historia de Libero Milone emerge como un relato de lucha y desafío contra un sistema que, según sus palabras, se encuentra plagado de intrigas y resistencias. Milone, exrevisor general de la Santa Sede, ha enfrentado una serie de obstáculos legales desde su despido en 2017, tras el descubrimiento de irregularidades financieras que, según afirma, amenazaban la integridad de las cuentas vaticanas.
Nombrado por el papa Francisco en 2015, Milone llegó al Vaticano con un currículum sobresaliente, habiendo trabajado en importantes firmas internacionales de auditoría y consultoría. Sin embargo, su mandato se tornó en una pesadilla cuando, tras realizar auditorías que revelaban anomalías, fue forzado a renunciar bajo presiones que él atribuye a un grupo de poder dentro de la curia romana, a la que se refiere como "la vieja guardia". Este grupo, que por años ha operado en las sombras, aparentemente no ten��a interés en que las cuentas del Vaticano fueran auditadas de manera transparente.
La renuncia de Milone fue seguida por una serie de acusaciones infundadas, incluso de espionaje, que él niega rotundamente y las cuales considera un intento de silenciar su trabajo y encubrir irregularidades. A lo largo de su experiencia en el Vaticano, Milone se encontró con una resistencia significativa por parte de quienes se beneficiaban del statu quo, lo que lo llevó a una profunda reflexión sobre la ética y la transparencia dentro de la institución. En sus declaraciones, ha comparado la situación con "Rebelión en la granja" de George Orwell, donde el poder y la corrupción prevalecen sobre la justicia.
A pesar de sus esfuerzos por buscar justicia a través de los canales legales del Vaticano, Milone ha visto cómo sus demandas han sido sistemáticamente desestimadas. Su abogado, Giovanni Merla, ha señalado irregularidades en el proceso judicial, incluyendo restricciones a la presentación de pruebas y testigos, lo que plantea serias dudas sobre la imparcialidad del sistema judicial vaticano. La frustración de Milone es palpable, y su escepticismo sobre la posibilidad de obtener justicia a través de la corte de apelación es evidente.
Con el fin de buscar una solución a su situación, Milone ha expresado su deseo de reunirse con el papa León XIV, en un intento por hacerle llegar su testimonio y advertirle sobre las dinámicas de poder que aún afectan al Vaticano. Según él, el pontífice, como monarca absoluto de la institución, podría tener la capacidad de intervenir y facilitar una resolución a su caso, al tiempo que podría recibir información valiosa sobre los problemas internos que enfrenta la Santa Sede. A medida que se aproxima la fecha de su próxima presentación ante la Corte de Casación del Vaticano, Milone sigue aferrándose a la esperanza de que su voz sea escuchada y que la verdad salga a la luz.
“Quiero reunirme con el Papa porque creo que la única manera de resolver esto es que me escuche y que yo le cuente lo sucedido y conozca los detalles, porque hay demasiada gente que le ocultará la verdad, como le ocultaron a Francisco”, dijo Milone
Su historia, que trasciende lo personal, también se convierte en un reflejo de los desafíos más amplios que enfrenta la Iglesia católica en su búsqueda de transparencia y renovación en tiempos de crisis.