Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil, será juzgado por cargos de haber supervisado un vasto plan para aferrarse al poder tras perder las elecciones de 2022, que incluía un intento de anular la votación y un complot para asesinar al presidente electo de la nación, según decidió el miércoles el Supremo Tribunal del país.

Al explicar su decisión, el juez del Tribunal Supremo Alexandre de Moraes, quien supervisa el caso, dijo que no había duda de que Bolsonaro “conoció, manejó y discutió″ planes golpistas. El ex presidente y otros siete acusados, entre los que hay militares de alto rango y antiguos ministros de su Gobierno (2019-2022), fueron denunciados por la Fiscalía.

El fallo supone un importante esfuerzo para responsabilizar a Bolsonaro de las acusaciones de haber intentado desmantelar la democracia de Brasil al orquestar un amplio plan para dar un golpe de Estado.

Acusación y objetivo del golpe

La fiscalía sostiene que el ex jefe de Estado, de 70 años, lideró una organización criminal que buscó impedir la investidura del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, tras perder las elecciones en 2022. Bolsonaro, que podría enfrentar una condena de hasta 40 años de prisión, no se presentó este miércoles en la sala del Supremo Tribunal Federal (STF) en Brasilia

El presunto plan contemplaba medidas como la elaboración de un decreto para justificar un “estado de defensa” e incluso el asesinato de Lula y del juez Alexandre de Moraes, según la fiscalía. El complot no se habría consumado por falta de apoyo de los altos mandos del Ejército. Allí seguidores asaltaron las sedes de los tres poderes en Brasilia.

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