Luego de renunciar a la CGT, Pablo Moyano busca una alianza con nuevos sindicalistas
El dirigente gremial busca consolidar un frente sindical robusto capaz de contrarrestar las políticas de Gobierno de Javier Milei.
Tras renunciar a la Confederación General del Trabajo (CGT), Pablo Moyano avanza en la construcción de una alianza con sectores sindicales combativos para confrontar las políticas del presidente Javier Milei. El dirigente ha estrechado vínculos con las dos ramas de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CTA), que se encaminan hacia la reunificación, y con Alejandro Gramajo, de la UTEP, en una estrategia que busca reorganizar al sindicalismo peronista tras la derrota electoral. .
Moyano también intenta revitalizar proyectos antiguos, como la confederación de gremios del transporte, aunque los desacuerdos internos y conflictos en sectores clave, como el aeronáutico, han complicado sus aviones. Frente a esto, ha diseñado un nuevo camino que incluye alianzas con gremios combativos, sectores de izquierda, docentes universitarios y piqueteros . En este marco, planear liderar una marcha masiva en diciembre o respaldar el paro estatal programado para el 5 de ese mes.
Además, Moyano mantiene una estrecha relación con figuras sindicales afines al kirchnerismo, como Mario Manrique (SMATA) y Sergio Palazzo, con quienes trabajan para frenar las reformas laborales impulsadas por el oficialismo en el Congreso. Desde el ámbito educativo, cuenta con el apoyo de referentes como Roberto Baradel y Sonia Alesso (CTERA) , quienes han encabezado críticas contra los recortes presupuestarios del gobierno de Milei.
El proyecto de Moyano ha sido respaldado por líderes como Rodolfo Aguiar (ATE), quien destacó la necesidad de resistir las políticas gubernamentales. Moyano también ha sumado su estrategia a referentes trotskistas como Alejandro Crespo (Neumáticos) y Rubén Sobrero (Ferroviarios), ampliando su coalición en un intento de consolidar un frente sindical de oposición al gobierno.