La reciente tensión entre Estados Unidos e Irán sigue escalando tras la confirmación del ataque en la base militar estadounidense ubicada en Qatar, la mayor de su tipo en la región de Medio Oriente. Este ataque se produce como respuesta directa a las acciones tomadas por el gobierno estadounidense, que incluyeron un ataque autorizado por el expresidente Donald Trump contra tres instalaciones nucleares iraníes durante el pasado fin de semana. 

El gobierno de Qatar, por su parte, ha informado que logró interceptar el ataque sin que se registraran heridos en la base militar Al-Udeid Air, situada cerca de Doha. En una declaración realizada por el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar, se calificó la acción de Irán como “una agresión” hacia el territorio catarí, reflejando así la postura del pequeño emirato en este conflicto regional. 

Al-Udeid, que se encuentra al suroeste de la capital qatarí, es de vital importancia estratégica, ya que funciona como el cuartel general avanzado del Mando Central de Estados Unidos. Esta base fue establecida en 1996 bajo un acuerdo de cooperación en materia de defensa y actualmente alberga aproximadamente a 10.000 soldados estadounidenses, quienes llevan a cabo diversas operaciones militares en la región.

 Asimismo, se activaron los sistemas de defensa aérea en la base de Ain al Asad en Irak, que también ha sido un punto de tensión en el pasado. Fuentes de medios israelíes han confirmado que Irán lanzó seis misiles en dirección a otra base estadounidense en Qatar. Cabe recordar que la base en Irak ya había sido objeto de un ataque por parte de Irán en 2020, en respuesta al asesinato del general Qasem Soleimani, lo que subraya la complejidad de las relaciones entre estos países en el contexto geopolítico actual.