La crisis del agua potable en Uruguay sube la ansiedad del Gobierno de ese país -que por la gravedad del tema ya tomó la posta de informes que antes dependían de la intendencia- y de más de la mitad de los uruguayos que habitan la capital charrúa y hace dos meses viven con agua "salada" saliendo de la canilla.

 

Por tres años de sequía ininterrumpida, las reservas de agua dulce están en su mínimo histórico: 1,8%. Si bien desde OSE, la empresa estatal que brinda el servicio en todo el país, dicen a Clarín que "no hay fechas", que no haya un deadline oficial no cambia el pronóstico "seco".

Cada vez está más cerca el día en el que ya no pueda consumirse el agua corriente.