En medio del creciente conflicto entre Irán e Israel, representantes del ámbito empresarial y político de Rusia han expresado su preocupación ante la posibilidad de ataques a la infraestructura nuclear iraní. En particular, destacan la presencia de técnicos rusos en la planta nuclear de Bushehr, la única central en funcionamiento en Irán, lo que añade un componente de riesgo internacional a la situación. 

La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, Maria Zakharova, en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo, calificó estos ataques como "absolutamente inaceptables" y advirtió que serían "ilegales desde el punto de vista de la legalidad internacional".

Zakharova señaló que entre 250 y 600 técnicos rusos están desplazados en la central de Bushehr, cuya construcción contó con capital ruso. "Estamos preocupados por la seguridad de los especialistas rusos desplazados a la central de Bushehr", afirmó, instando a Israel y Estados Unidos a cesar las incursiones militares contra instalaciones nucleares pacíficas.

Por su parte, el presidente ruso Vladimir Putin comunicó a la prensa que Israel le prometió que los técnicos rusos no correrán peligro en caso de que se decida atacar estas instalaciones mediante el uso de la fuerza. Un diplomático iraní, en tanto, aseguró que la central de Bushehr no ha sido atacada y calificó las acciones israelíes como una "guerra psicológica".