La guerra en Ucrania entró en una nueva fase de tensión tras el anuncio del presidente ruso, Vladimir Putin, de iniciar la producción en serie del misil hipersónico “Oreshnik”. Putin destacó la potencia de esta arma y su capacidad de evadir cualquier sistema de interceptación conocido, calificándola como una herramienta estratégica crucial para Rusia.

El misil “Oreshnik” fue utilizado por primera vez el jueves en un ataque contra la ciudad ucraniana de Dnipró. Aunque el lanzamiento se realizó sin carga nuclear, Putin subrayó que este sistema puede ser adaptado para portar ojivas nucleares, lo que lo convierte en una amenaza para Europa y otros objetivos internacionales.

"Hoy en día no existe en el mundo ninguna contramedida para un misil de este tipo, ningún medio para interceptarlo. Proseguiremos estas pruebas, incluso en condiciones de combate, en función de la situación y la índole de las amenazas para la seguridad de Rusia", declaró Putin en un mensaje televisado a altos mandos militares y publicado por la Cancillería de Rusia.

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Con un alcance medio de entre 3000 y 5500 kilómetros, el “Oreshnik” está diseñado para impactar objetivos estratégicos en toda Europa. Según expertos occidentales, su diseño es una variante del misil balístico intercontinental RS-26 Rubezh, adaptado para capacidades hipersónicas, lo que lo hace prácticamente imposible de interceptar debido a su velocidad extrema.

El ataque con este misil fue una represalia directa al uso reciente por parte de Ucrania de sistemas occidentales como los Atacms y Storm Shadow, proporcionados por Estados Unidos y Reino Unido. Estas armas han permitido a Ucrania atacar infraestructura crítica dentro del territorio ruso, lo que generó una respuesta contundente de Moscú.

Para Rusia, el desarrollo y despliegue del “Oreshnik” no solo refuerza su arsenal militar, sino que también envía un mensaje de advertencia a Occidente. «Es necesario establecer la producción en serie», enfatizó Putin, agregando que, aunque otros países desarrollen sistemas similares en el futuro, Rusia ya ha tomado la delantera.

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