Saqueos en Gaza: 4 camiones de alimentos vuelcan y causan 20 muertes
En medio de la situación de crisis, se reportan decenas de heridos y el robo de varios de los 26 vehículos destinados a la distribución de asistencia, mientras Hamas atribuye la responsabilidad a Israel y el primer ministro Netanyahu sostiene que "no hay hambre"
En medio de la crisis humanitaria que afecta a Gaza, un suceso trágico tuvo lugar cuando cuatro camiones de ayuda humanitaria volcaron, resultando en al menos 20 fallecidos y decenas de heridos. La situación se desarrolló en un contexto marcado por el desespero de la población, que se encontraba en busca de suministros esenciales, en un escenario de hambruna creciente.
La Asociación de Transporte Privado, que opera en la Franja de Gaza, reportó que el día martes ingresaron 26 vehículos al enclave, de los cuales seis fueron desvalijados y cuatro volcaron debido a la presión ejercida por una multitud que se abalanzó sobre ellos en una carretera al sureste de Deir al-Balah. Testigos narraron que la presión de las personas sobre la carga, sumada al pánico y al irregular terreno, llevó a los conductores a perder el control de sus camiones.
Las autoridades israelíes habían anunciado previamente que permitirían la entrada gradual de bienes a Gaza, utilizando vehículos proporcionados por compañías privadas con el fin de incrementar el volumen de ayuda. Este plan incluía la entrega de alimentos para bebés, frutas, verduras, productos de higiene y otros insumos básicos, con el objetivo de reducir la dependencia de las agencias de la ONU, que enfrentaban limitaciones debido a ataques y destrucción de infraestructura. Sin embargo, la situación en el terreno se tornó cada vez más peligrosa.
Mahmud Bassal, vocero de la Defensa Civil, explicó que la multitud, desesperada por la ayuda, provocó la pérdida de estabilidad de los vehículos. Los conductores locales compartieron experiencias de cómo personas impulsadas por el hambre habían llegado a despojar a los camiones de sus cargamentos en movimiento. En ocasiones, grupos armados interceptaban los vehículos con el fin de robar la ayuda y revenderla a precios elevados en los mercados. El riesgo al que se enfrentaban los transportistas era palpable. Ali al-Derbashi, un joven conductor de 22 años, optó por dejar su trabajo hace tres semanas tras ser emboscado por una banda armada.
Este tipo de incidentes se ha vuelto cada vez más común, y los testimonios de otros conductores revelan un ambiente de creciente violencia y riesgo. De hecho, el 29 de julio, otro conductor, Ashraf Selim, perdió la vida por una bala perdida mientras intentaba realizar una entrega de suministros.