En el contexto de crecientes tensiones en el subcontinente indio, el Comité de Seguridad Nacional (NSC) de Pakistán, presidido por el primer ministro Shehbaz Sharif, ha tomado una decisión significativa.

 En una reunión convocada de manera urgente tras una serie de ataques aéreos perpetrados por India en territorio paquistaní, se ha otorgado plena autoridad a las Fuerzas Armadas de Pakistán para responder a lo que se ha calificado como una "agresión india". 

Esta medida refleja la gravedad de la situación y el deseo del gobierno paquistaní de mantener la seguridad nacional ante las amenazas externas. El reciente conflicto ha escalado drásticamente en la región, particularmente en la disputada área de Cachemira, donde se han registrado bombardeos y disparos cruzados de artillería.

 Los informes indican que, en un solo día, 26 personas han perdido la vida en Pakistán, mientras que en India se contabilizan 12 muertos y numerosos heridos, lo que subraya la peligrosidad de la situación actual. Ambas naciones, que poseen arsenales nucleares, se encuentran en un estado de alerta máxima, lo que genera preocupación tanto a nivel regional como internacional. 

A medida que las hostilidades continúan, la Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) ha expresado su alarma, advirtiendo que un conflicto prolongado podría desencadenar un enfrentamiento de proporciones catastróficas. La posibilidad de que un conflicto entre estas potencias nucleares derive en el uso de armas atómicas plantea un escenario aterrador, con potenciales consecuencias para millones de personas en ambos países .