El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha revelado los planes para desarrollar un sistema de defensa antimisiles conocido como la "Cúpula Dorada", que requerirá una inversión significativa de 175.000 millones de dólares. Este ambicioso proyecto estará bajo el mando del general de la Fuerza Espacial, Michael Guetlein, quien se encargará de dirigir las operaciones para contrarrestar las amenazas percibidas de China y Rusia.

Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, Trump afirmó que este megaproyecto tiene como objetivo "proteger la patria" de posibles agresiones militares. Además, mencionó que se espera que su construcción se complete antes de que termine su mandato, y que Canadá ha expresado interés en participar en esta iniciativa.

El presidente comparó su propuesta con los esfuerzos de Ronald Reagan en el pasado, quien, según afirmó, deseaba implementar un sistema similar, pero no contaba con los recursos necesarios. A su lado, el jefe del Pentágono, Pete Hegseth, y el general Guetlein, apoyaron la visión del mandatario.

Trump subrayó que durante su campaña había prometido a los ciudadanos estadounidenses la construcción de un escudo antimisiles de vanguardia, reafirmando su compromiso de avanzar en este proyecto. “Hoy me complace anunciar que hemos seleccionado oficialmente una arquitectura para este sistema de vanguardia que desplegará tecnologías de última generación en tierra, mar y espacio”, indicó el mandatario.

Desde su perspectiva, Hegseth añadió que la viabilidad del programa se debe a los avances tecnológicos que han surgido desde la época de Reagan, destacando que "la tecnología no existía. Ahora sí". Este comentario hace referencia al antiguo programa conocido como "Star Wars", y enfatizó la intención de proteger al país de diversas amenazas, incluyendo misiles de crucero, balísticos, hipersónicos y drones, independientemente de su naturaleza convencional o nuclear.

Donald Trump propone una mega inversión en defensa

El proyecto se centra en la creación de una red de satélites destinada a detectar, rastrear y potencialmente interceptar misiles entrantes. Desde su llegada al cargo en enero, Trump ha firmado una orden ejecutiva que instruye al Pentágono a elaborar planes para un “escudo de defensa antimisiles de nueva generación”.

En la orden ejecutiva, el presidente señaló que la amenaza de ataques con misiles balísticos, hipersónicos y de crucero, así como otros ataques aéreos avanzados, sigue siendo uno de los mayores riesgos que enfrenta Estados Unidos. Trump argumentó que la política oficial de defensa antimisiles del país no ha logrado evolucionar adecuadamente ante las amenazas emergentes, limitándose a abordar "amenazas de naciones rebeldes" y los "lanzamientos de misiles accidentales o no autorizados".

Asimismo, la orden enfatizó que la complejidad e intensidad de las amenazas de ataques con misiles contra Estados Unidos han aumentado considerablemente en las últimas cuatro décadas, lo que refuerza la necesidad de este nuevo sistema de defensa.