El jueves pasado, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dirigió un mensaje de felicitación al cardenal Robert Prevost tras su reciente elección como nuevo Papa, convirtiéndose en el primer estadounidense en asumir este importante cargo dentro de la Iglesia Católica. En su comunicación, Trump expresó su "emoción" y consideró que esta elección es un "gran honor", no solo para el cardenal Prevost, sino también para la nación estadounidense en su conjunto. 

El presidente subrayó la significancia histórica de la elección, afirmando: "Es un honor que sea el primer Papa estadounidense". En su mensaje, también manifestó su deseo de reunirse con el nuevo Pontífice, a quien ya se refiere como León XIV, anticipando que dicho encuentro representará "un momento muy significativo". 

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Robert Prevost, quien ha sido designado como el 276° Papa, es notable no solo por su nacionalidad estadounidense, sino también por su herencia multicultural, ya que posee la nacionalidad peruana y cuenta con ascendencia española. Esta elección marca un hito en la historia de la Iglesia, dado que Prevost es además el primer agustino en ocupar el cargo papal, lo que añade una capa adicional de relevancia a su nombramiento. 

La comunidad católica y la opinión pública mundial observan con atención el desarrollo de su papado, esperando que su liderazgo traiga cambios significativos en la dirección de la Iglesia en el contexto contemporáneo.