El conflicto entre Ucrania y Rusia ha tomado un nuevo giro en las últimas horas, con importantes llamados a la negociación provenientes de distintos actores internacionales. Este domingo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó a Ucrania a aceptar de inmediato una reunión con Rusia en Turquía, propuesta que surge tras la solicitud de Moscú de diálogos directos y la exigencia de Kiev de una tregua. Desde marzo de 2022, ambos países no han mantenido conversaciones directas, lo que ha contribuido a la prolongación del conflicto.

Trump manifestó en su red social Truth Social que el presidente ruso, Vladimir Putin, no parece interesado en un acuerdo de alto al fuego, sino en establecer una reunión para discutir un posible fin del derramamiento de sangre. Según Trump, aceptar esta reunión podría permitir a Ucrania evaluar la posibilidad de un acuerdo, lo que a su vez facilitaría a los líderes europeos y estadounidenses anticipar los próximos pasos a seguir.

Por su parte, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha expresado la disposición de Kiev para reunirse con Moscú el 15 de mayo en Estambul, pero con la condición de que Rusia acepte una tregua de 30 días a partir del lunes. Zelenski, en un tono cauteloso pero esperanzador, consideró como una señal positiva el interés de Moscú en poner fin a la guerra, que ha causado miles de muertes y ha resultado en la pérdida de aproximadamente el 20% del territorio ucraniano desde el inicio del conflicto en 2022. En sus declaraciones, Zelenski subrayó la falta de sentido de continuar con la violencia y la necesidad de establecer las bases para la diplomacia.

Además, se mostró dispuesto a reunirse personalmente con Putin en Turquía, aunque la respuesta del Kremlin ante esta oferta no fue inmediata. Se ha dejado entrever que su asistencia dependería de la aceptación de la tregua por parte de Rusia, según lo indicado por su jefe de gabinete, Andriy Yermak.

El pedido de los aliados ucranianos de una tregua de 30 días

Ucrania, junto a sus aliados occidentales, ha enfatizado que un alto al fuego incondicional es fundamental para avanzar hacia una solución diplomática en el conflicto, considerado uno de los más devastadores en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. En este contexto, los líderes de Francia, Reino Unido, Alemania y Polonia visitaron Kiev para presionar a Rusia a comprometerse con una tregua a partir del lunes, advirtiendo sobre posibles sanciones masivas si se ignoraba este llamado.

El presidente francés, Emmanuel Macron, respaldó esta posición, enfatizando la necesidad de un alto al fuego antes de cualquier reunión de alto nivel entre Rusia y Ucrania. También se comunicó con sus homólogos en la región, así como con Trump y Zelenski, para coordinar esfuerzos en este sentido.

En un giro alarmante, Ucrania denunció ataques aéreos en su territorio justo después de que finalizara una tregua unilateral de tres días decretada por Moscú para conmemorar la victoria soviética sobre la Alemania nazi. La fuerza aérea ucraniana reportó el lanzamiento de 108 drones por parte de Rusia, de los cuales 60 fueron interceptados.

Vladímir Putin denuncia los ultimátums y la "retórica antirrusa"

En respuesta a los llamados de tregua, Putin propuso reanudar las conversaciones en Estambul, ignorando las condiciones planteadas por Ucrania. El presidente ruso abogó por un inicio inmediato de las negociaciones, sin condiciones previas, y sugirió que las conversaciones podrían llevar a un nuevo alto al fuego, aunque su enfoque se centró en resolver las causas del conflicto.

Putin también criticó a los aliados occidentales de Ucrania, acusándolos de querer prolongar la guerra. En este contexto, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, expresó la disposición de Ankara para facilitar un diálogo que busque una solución duradera al conflicto, destacando un posible punto de inflexión en los esfuerzos por alcanzar la paz.

Mientras tanto, Trump comentó sobre la situación, considerándola como un momento significativo para ambas naciones, aunque no especificó si su declaración estaba relacionada con la iniciativa de negociación del Kremlin. En Alemania, el canciller Friedrich Merz evaluó la oferta de Rusia como una buena señal, pero insistió en que no era suficiente, mientras que Macron, uno de los impulsores del ultimátum, acusó a Putin de intentar ganar tiempo.

Vista de una calle tras un bombardeo ruso en Járkov, Ucrania. Foto: Efe

Desde que Trump dejó la Casa Blanca, el enfoque hacia el conflicto ha cambiado, con una presión renovada para lograr un pronto cese de hostilidades. Sin embargo, la respuesta de Moscú a estos llamados ha sido limitada, dado que hasta ahora solo ha implementado ceses de fuego temporales.

Zelenski, en su diálogo con Trump, reafirmó su disposición a negociar en cualquier formato, siempre que Rusia demuestre su intención genuina de poner fin a la guerra, comenzando por un alto al fuego completo y sin condiciones. La situación sigue siendo crítica, y el futuro del conflicto dependerá en gran medida de las decisiones que se tomen en los próximos días.