Una mujer ahorcó a su hija y después se quitó la vida

El marido de la homicida y padre de la menor fue quien encontró la trágica escena al entrar la dormitorio de su casa. La justicia busca testigos.
jueves 30 de marzo de 2023
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La noche del miércoles fue devastadora para los vecinos de Lavalle, en Mendoza. Los rumores habían circulado en en la localidad de Asunción, pero fueron las luces de la policía las que comprobaron lo peor. Una mujer había asesinado a su hija de 6 años para después quitarse la vida ella misma.

El trágico hecho ocurrió a unos 200 metros del Centro de Salud de esa localidad. Toda parecía tranquilo hasta que un llamado movilizó a los policías de la comisaría de Costa de Araujo. En esa comunicación, contaron que al parecer una mujer de 26 años se había suicidado. Pero antes había matado a su hija y que los dos cuerpos estaban en el interior de la casa en la que vivían.

Los uniformados mandaron un móvil policial al lugar para comprobar la denuncia. Cuando ingresaron a la casa, ubicada en calle Asunción, encontraron a las dos mujeres muertas, los policías le dieron intervención a la fiscal de Homicidios Andrea Lazo.

     La policía intervino luego de recibir un llamado en que les informaron sobre la trágica muerte de la nena de 6 años
    
La policía intervino luego de recibir un llamado en que les informaron sobre la trágica muerte de la nena de 6 años y de su madre. (Foto: gentileza Mendoza Post)


Fuentes ligadas a la investigación informaron que la persona que llamó el esposo de la mujer y padre de la niña que cuando llegó a su casa, se encontró con la terrible escena en su dormitorio.

Desde la justicia también confirmaron cómo se produjeron las violentas muertes. Según los resultados de las primeras pericias, la mujer ahorcó a su hija con una prenda y posteriormente se mató con otro elemento más resistente.

La fiscal Andrea Lazo ya solicitó al Cuerpo Médico Forense exámenes para determinar la mecánica del crimen seguido de suicidio. Además, los uniformados y personal de la Fiscalía de Homicidios buscaban testimonios y alguna pista en la vivienda del hecho para establecer el motivo de la decisión de la madre de la pequeña asesinada.

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Este viernes se conocerá el veredicto contra los dos sospechosos por el asesinato de Gonzalo Calleja. “Hay pruebas suficientes y se están mostrando a lo largo de las jornadas”, le dijo la tía de la víctima.

El 14 de julio de 2021 Gonzalo Calleja (29) se dirigía con su auto a realizar una transacción de dinero, algo que hacía habitualmente en paralelo con su trabajo de contador público. Nunca hacía intercambios con gente desconocida, pero el hombre con el que se iba a encontrar era un cliente y nada podía salir mal. Sin embargo, se trató de una emboscada: lo hicieron subirse a un auto y lo ahorcaron sin piedad para robarle.

El asesinato conmocionó a toda la ciudad y, después de una larga investigación, este lunes comenzó el juicio contra los dos principales sospechosos. El viernes serán los alegatos de ambas partes y se conocerá la condena que recibirán en un juicio por jurados Francisco Nahuel Giménez y Ezequiel David Morato.

“Era algo que hacía para ganar unos mangos y siempre con conocidos. Morato ya había hecho intercambios con él y le tendió toda esta trampa. Lo secuestraron, lo mataron y tiraron el cuerpo del otro lado de la ciudad”, dijo en diálogo Ximena Mones Ruiz, tía de Gonzalo.

La tarde que desapareció, su novia y amigos intentaron contactarlo porque de la nada dejó de responder los mensajes. A partir de ahí, comenzaron a alarmarse porque el tiempo pasaba y no había ningún tipo de contestación.

Horas más tarde, la Policía de Entre Ríos encontró su auto Ford Fiesta en el lugar donde estaba geolocalizada la última conexión de su celular. En ese momento, comenzó una intensa búsqueda para dar con su paradero.

El jueves por la tarde, al día siguiente de la desaparición, su cuerpo fue hallado debajo de un árbol en un campo de trigo, a unos 8 kilómetros de donde estaba su vehículo.

De acuerdo a la hipótesis que elaboró el Ministerio Público Fiscal, los acusados hicieron subir a Calleja a un Fiat Uno, con la excusa de comprarle los dólares. Ahí fue donde lo ahorcaron e idearon el plan para deshacerse del cuerpo.

Ese mismo día y con el dinero que le robaron, tanto Giménez como Morato pagaron unas deudas que tenían. Aunque su estrategia para no ser descubiertos no fue muy ingeniosa y al poco tiempo los detuvieron.