Luego de viajar desde Asía, donde disputó un amistoso con la Selección Argentina, Messi llegó a Rosario y, el lunes por la tarde, tuvo antojo de comer churros. Antonela Roccuzzo llamó al local ubicado en la calle Gustavo Cochet para hacer el pedido, un acontecimiento que los empleados del lugar nunca olvidarán... aunque por poco no pudieron atenderlo.

Antonela llamó varias veces, esperando poder hacer el pedido, pero nadie respondía. Sofía, la encargada del local, explicó en una entrevista que brindó a TN: "Lo que suelo hacer es registrar el número y luego enviar un mensaje, así que me puse en contacto con ella. Me pidió tres docenas de churros y los enviamos a Kentucky".

Cuando recibieron el pedido, nadie podía creerlo. ¿Era Messi? Sí, era él. Sofía relató: "El repartidor tardó casi 45 minutos en volver, estaba temblando y llorando porque no podía creer lo que le había sucedido. Nos contó que Antonela lo atendió, que Mateo lo abrazó y que Leo lo saludó desde el fondo de la casa. No pudo tomarse una foto, pero se llevó ese recuerdo".

En declaraciones al sitio Info Funes, la encargada del local, añadió: "Ese día teníamos tantos pedidos que no relacioné que eran ellos. Nos ha pasado en otras ocasiones que nos encarguen y les enviemos nuestros productos, pero nunca pensamos que fueran para Leo, que él los consumiera. Saber que los churros fueron para la familia del campeón fue un gran honor para nosotros, pero esto superó todas nuestras expectativas".

La pícara reacción de Mateo Messi con un delivery que le llevó los churros a su casa en Rosario

Sofía, la encargada de la churrería contó que, mientras un joven le hacía entrega del pedido en medio de un mar de lágrimas, le solicitó a Antonela sacarse una foto con Messi, algo que fue imposible. Sin embargo, en ese momento apareció Mateo y con toda su inocencia le preguntó “Tío, qué pasa”, con un claro modismo español. /A24

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