La gente se asusta por el precio. Dicen ‘qué vamos a comer’, pero hoy no queda otra que subir”, cuenta el dueño de una carnicería en Barracas. Esta semana incrementó el importe de algunos cortes en alrededor de un 15 por ciento, en función a los precios que le fueron adelantando los frigoríficos. En su comercio, el kilo de asado pasó de $2.800 la semana pasada a $3.200 el lunes. La media docena de huevos, de $450 a $600.

En supermercados, panaderías, carnicerías y verdulerías, según un relevamiento de Clarín, mucho se mantenían a la expectativa sin aumentar todavía los precios. Pero en otros casos sí lo habían hecho.

Los comerciantes siguen minuto a minuto el impacto que tendrá sobre precios la devaluación del 18 por ciento que se disparó el lunes, tras las PASO. Muchos todavía no modificaron sus números, a la espera de que el mercado se estabilice y los proveedores fijen las nuevas listas. Otros se adelantaron y remarcaron “por las dudas”.

Hubo quienes prefirieron cerrar. En Palermo, por ejemplo, una dietética contó a este diario que no abrieron su local el lunes, para esperar que los proveedores les informaran los nuevos precios a la hora de reponer. Este martes, reabrieron con subas de entre 25% y 32% en productos.

Efecto devaluación: inflación y faltantes

“El domingo hicimos el pedido de nueces, almendras, cereales y confituras, pero el lunes el mismo proveedor nos canceló todo ‘hasta nuevo aviso’ y nos dijo que no tenía ‘lista de precios’. El dueño de la dietética dijo que ‘si abríamos íbamos a pérdida’, así que no vinimos”

La lista de precios estuvo actualizada el lunes, así que este martes ya habían vuelto a abrir, con los precios remarcados. Los 100 gramos de nueces saltaron durante el fin de semana de los $700 a los $968.

“El tema es que de las 10 cajas que pedís, te mandan 5, así que seguramente mañana tengamos que volver a remarcar”

Lo de remarcar, aclarará, es una forma de decir: “Los productos no tienen etiqueta con el precio. No valdría la pena. Me preguntan cuánto están y busco en el sistema”.

Efecto devaluación: inflación y faltantes

Clarín publica que recorrió comercios de la Ciudad de Buenos Aires y no encontró faltantes por rubro, aunque sí escaseaban algunos productos y sobre todo los que están incluidos en los programas de precios cuidados o congelados. El arroz blanco común -como el largo fino- sí faltaba en muchos supermercados, pero en este producto ya se venían registrando problemas de abastecimiento debido a la sequía. /Clarín