Más allá de ser una excelente oportunidad para adquirir vehículos de mucho valor histórico, últimamente las subastas de autos clásicos tienen el doble atractivo de ser el modo de resguardar capitales en bienes que con el paso del tiempo se cotizan cada vez más, pero que además se han convertido en un nuevo negocio emergente para personas con un altísimo poder económico.

Pero dentro de las subastas hay una especialidad conocida como barn find”, lo que se traduce como descubrimiento de granero, que ha comenzado a crecer como negocio, ya que lo que se adquiere es un lote completo, generalmente de autos que no están en buen estado de conservación, y que han sido “rescatados” de algún galpón o lugar similar en el que estaban abandonados o al menos faltos de mantenimiento. Generalmente, en esos lotes hay algunas piezas de relativo valor, pero también ciertas joyas mecánicas que justifican ofertar por la totalidad de autos, al menos para los coleccionistas más exquisitos.

Esta parece ser la situación del lote que se acaba de vender en la subasta del concurso de belleza Pebble Beach, en California, dentro del cual había dos autos muy particulares por el que se pagó un precio algo inesperado. Una Ferrari 250 GT Coupé Speciale by Pininfarina del año 1956 fue vendida nada menos que en USD 1.655.000 a pesar de encontrase muy deteriorada, pero el vehículo que más sorprendió el precio que se pagó por él, se trata de una Ferrari 500 Mondial Spider Series I by Pininfarina de 1954, ya que a simple vista no parece un auto sino una chatarra, y sin embargo fue comprada por USD 1.875.000.
Una Ferrari de 70 años y destruida fue vendida en casi 2 millones de dólares: por qué
 
El otro modelo, el que está más deteriorado y por el que se pagaron casi dos millones de dólares, tiene una historia también muy particular. En los comienzos de 1952, con la reglamentación vigente para la Fórmula 2, convivían los poderosos motores V12 de Ferrari con otros mucho menos voluminosos y potentes, pero mucho más livianos también como los de 4 cilindros que tenían algunos constructores ingleses. Enzo Ferrari, percatado de las ventajas que esos impulsores podían tener, decidió entonces encargar a Aurelio Lampredi el desarrollo de ese tipo de motor, que incorporó al modelo 500 Mondial en 1954. De esos autos sólo se construyeron 13 unidades, y una es la que quedó prácticamente destruida como parte del lote que se subastó en Pebble Beach.
 
Entre los otros modelos que se subastaron con estos dos autos tan especiales, también había una Ferrari 365 GT 2+2 by Pininfarina de 1969 tiene el techo completamente aplastado, el parabrisas roto y carece de la luneta trasera, pero aun así se vendió en USD 117.600; una Ferrari Dino 206 GT by Scaglietti de 1968 por la que pagaron USD 456.000; y una Ferrari 308 GTB ‘Vetroresina’ by Scaglietti de 1976 con carrocería de fibra de vidrio, vendida en USD 78.400.

Estos 20 autos confirman que el valor de algunos de ellos justifica comprar todo el lote. Probablemente el elemento de mayor valor sea el motor de cuatro cilindros del 500 Mondial, porque fue una mecánica que se promocionó muy poco y sin embargo significó un hito en Ferrari a través de la competición. Claro, la imagen más famosa de un motor de Maranello es un poderoso y sinfónico V12. /Infobae