Una familia sufrió una pesadilla durante la noche del pasado miércoles en un barrio privado sobre la avenida Constitución. Cerca de las 21:52, las víctimas estaban por cenar cuando advirtieron la presencia de unos delincuentes armados que habían ingresado a la vivienda por el jardín.

Al menos cuatro hombres, armados y encapuchados, escaparon sin robar nada y no descartan la hipótesis de un posible intento de secuestro.

Los gritos de las víctimas y el ladrido de una mascota habrían impulsado a los delincuentes a abortar su plan. El dueño de casa habría descubierto que los desconocidos ingresaron luego de violentar una cerca perimetral que separa dos barrios privados.

Para los investigadores, las imágenes de las cámaras de seguridad aportan detalles importantes. Los delincuentes corren con las pistolas apuntando al suelo; se cubren perfectamente para evitar ser alcanzados y, en las situaciones más complejas (como el ingreso a la vivienda), uno marcha atrás de otro para protegerlo o protegerse. Los pesquisas no dudan: son personas que recibieron entrenamiento. Las sospechas se dirigieron a personal de algún miembro de una fuerza o de agencia de vigías.

Será la justicia la encargada de investigar quiénes son los agresores y cuáles fueron las motivaciones por las que ingresaron a la propiedad.