Una usuaria tucumana de Facebook publicó en su cuenta un duro relato sobre un episodio de abuso que sufrió en plena calle el viernes. Tras el hecho, la joven se dirigió a la comisaría a hacer la denuncia correspondiente y allí se dio con que había una niña que había sufrido un intento de secuestro. 

“En mi vida pensé tener que contar una cosa de estas. Jamás pensé que me iba a tocar a mí, pero tengo mucho asco y bronca por la gente enferma que habita este mundo. Hoy, alrededor de las 20:10, cuando salía de mi trabajo, un asqueroso enfermo mental que manejaba una moto grande —no sé identificar cuál es, pero era negra, sin guiños ni espejos— me siguió desde el semáforo de la esquina de Querubines diciéndome obscenidades. Al yo insultarlo, me amenazó con que me agarraría y me cogería”, comienza relatando.

El semáforo donde comenzó la persecusión

“Unas cuadras más adelante, aún siguiéndome, antes de llegar a la esquina de Manuel Estrada, me pegó un chirlo en la cola, me hizo perder la estabilidad en mi bici y, al caer, se bajó de la moto y comenzó a manosearme todo lo que pudo. ¡No me quiso robar, no me llevó nada, solo quiso manosearme! Me tocó todo, todo el cuerpo. Yo me paralicé, pero cuando pude reaccionar, grité un montón. Nadie salió. Lo pateé y, aun así, no me lo pude sacar de encima, hasta que, de tanto que yo grité, se paró riéndose de lo que había hecho y se fue como si nada”, continúa.

“Este asqueroso de mierda llevaba una campera negra o azul con reflectores grises en los hombros”, advierte la joven.

“Me fui a la comisaría, y estando ahí llegó una nena, mucho más chica que yo, a contar que tres tipos —uno con la característica similar al del asqueroso que hizo eso conmigo y dos pajeros más— quisieron subirla a la moto”, indica.

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Celeste Esmail

“Hoy me tocó, y agradezco que no fue algo peor, porque solo a unas cuadras de donde sucedió hay un descampado donde me podría haber llevado. Lloro de la bronca. Esta gente así no tiene que existir. Una impotencia saber que estamos así de desprotegidas y que no podés circular en paz. Le deseo lo peor del mundo a ese ser tan asqueroso”, contó, sin poder ocultar la bronca y el dolor. 

“Y chicas, cuídense mucho”, finalizó, para luego agregar en los comentarios “este degenerado se pasea por la Bulnes, por Castro Barros y alrededores, tengan mucho cuidado”.

La publicación se viralizó rápidamente, la compartieron 2.500 personas y obtuvo  más de 600 comentarios de apoyo.