“Mi mamá le tenía un gran aprecio a él”, dijo la hija de la mujer atropellada por el delegado comunal
Silvia Robles tenía 62 años y trabajaba con su bicicleta. Su familia pidió justicia y dijo que lo que más les dolía era que la dejó abandonada después de atropellarla
“El señor Carlos Juárez sabía el aprecio que mi mamá sentía por él”. De esta manera comenzó el pedido de justicia que la familia de Silvia Robles hizo por la muerte de la mujer, atropellada y abandonada por Juárez, delegado comunal de El Cercado.
Durante la audiencia en la que se dispuso que el funcionario quede en prisión preventiva por el hecho, Fabiana Torres, hija de la víctima, expresó que lo que más le dolió a su familia fue que Juárez era conocido de la familia, que ella le tenía aprecio y que, aun así, él la abandonó en la ruta.
El hecho ocurrió la noche del jueves cuando, tras salir de un festejo del Día del Maestro, el funcionario salió en aparente estado de ebriedad con su camioneta y embistió a la víctima. Luego, se presentó en la comisaría local.
Estas fueron las palabras de la hija de Silvia Robles ante el juez:
“Señor juez, nosotros lo único que queremos es justicia. Nuestro pueblo es un pueblo chico, nos conocemos todos. El señor Carlos Juárez sabía el aprecio que mi mamá sentía por él.
Mi mamá toda su vida ha trabajado en esa bicicleta, era su medio de transporte. Iba a trabajar, iba y volvía. Jamás ha tenido ningún inconveniente con su bicicleta, nunca ha tenido un accidente, nada.
Nosotras no estamos enojadas, estamos dolidas, porque él ha dejado a mi mamá abandonada. Si él se hubiese detenido… porque nosotros lo conocíamos, lo apreciábamos, mi mamá lo apreciaba. Pero él se ha ido, la ha abandonado. Ese es nuestro dolor, que él no se haya parado.
Que después él haya dicho que fue su hermano, que no fue él, eso es un dolor muy grande para nosotros. Nosotros no tenemos dinero, no tenemos amigos políticos, no tenemos nada. Nosotros solamente confiamos en la justicia y queremos justicia por mi mamá.
Porque es una familia que ha quedado destruida. Son nietos que no van a ver nunca más a su abuela, son hijos que no van a ver nunca más a su madre, son hermanos que nunca más van a ver a su madre. Nosotros la única esperanza que tenemos es la justicia.
Así que es solamente dolor lo que sentimos. Queremos que se haga justicia. Nada más, señor juez. Muchísimas gracias.”