En la mañana del domingo, la Dirección de Drogas Peligrosas Este concretó un operativo en el barrio 140 Viviendas de Alderetes que derivó en el cierre de dos inmuebles señalados como puntos de venta de estupefacientes. La intervención, según informaron las autoridades, fue el resultado de una investigación prolongada y del oficio judicial cursado por la Unidad Fiscal de Narcomenudeo que autorizó los allanamientos.

El comisario mayor Rufino Medina aportó los detalles del procedimiento: en presencia de testigos, en una de las viviendas se incautaron cerca de 60 “ravioles” de cocaína y, en la otra, aproximadamente 400 unidades de esa misma presentación. Además del estupefaciente, los agentes secuestraron cámaras de circuito cerrado, teléfonos celulares y otros elementos que, según se indicó, están vinculados a la causa.

Medina precisó que ambas propiedades ya habían sido objeto de allanamientos reiterados y que una de ellas permanecía a menudo deshabitada, circunstancia que motivó la sospecha de que funcionaba como un búnker de venta de drogas. Complementando esa versión, el comisario inspector Miguel Álvarez explicó que la pesquisa se llevaba adelante de manera reservada desde hace tres meses, a raíz de múltiples denuncias anónimas.

Como resultado del operativo quedó detenida una persona de sexo femenino, quien, según las fuentes policiales, registra frondosos antecedentes por comercialización de estupefacientes. Las autoridades señalaron que continuarán con las investigaciones y prometieron intensificar los trabajos destinados a desarticular otros puntos de venta en la zona. El operativo pone de relieve la combinación de denuncias vecinales, tareas de inteligencia policial y las medidas judiciales requeridas para intervenir en mercados de narcomenudeo que, sostienen, afectan la convivencia en los barrios.