Buscan testigos para esclarecer el crimen de Manantial Sur
Una hermana del fallecido identificó a la imputada, pero no aparecen más indicios que confirmen esa presunción
Las horas avanzan y el último homicidio registrado en la provincia aún permanece sin resolverse. Se ha identificado a una posible implicada, aunque todavía no se ha logrado recopilar ninguna evidencia concluyente en su contra.
Durante la madrugada del domingo, la tranquilidad del barrio 143 Viviendas en Manantial Sur se vio interrumpida por dos disparos. Los residentes descubrieron a Jorge Luis Díaz Coronel, de 30 años, en estado crítico.
A pesar de que llamaron a una ambulancia, los esfuerzos médicos para salvarle resultaron infructuosos. El disparo recibido en la zona del cuello causó su fallecimiento.
La madre de la víctima, Mercedes Paredes, y su hermana Juana relataron los sucesos ocurridos. Revelaron que la víctima mantenía una relación con Paula, una mujer de 55 años acusada de vender drogas en el vecindario. Según ellas, Amelia, la hija de Paula, habría sido la responsable del tiroteo.
Según relató Juana, la relación de la víctima con Paula, que duró diez años, estuvo llena de conflictos y violencia por parte de los hijos de Paula hacia su hermano.
“Empezó a generar ruido y a ser un incordio, diciendo que quería salir. Como no me permitía descansar, le abrí la puerta. Al notar que tardaba en regresar, salí a buscarlo y presencié cómo la hija de su novia le disparaba cuando estaba regresando. No tuvimos tiempo de llevarlo al hospital; murió en el acto”, comentó Juana.
Ratificación
Las fuentes judiciales indican que en los tribunales, los familiares repetieron la misma historia, pero admitieron que no habían sido testigos directos del acto, sino que otros terceros habrían visto a Amelia disparando a Coronel. Proporcionaron una lista de los nombres de estos posibles testigos.
El personal de Homicidios, liderado por los comisarios Adrián Moreno, Diego Bernachi y Jorge Dib, está trabajando para localizar a estos testigos. Sin embargo, encontrarlos ha sido un desafío, dado que muchos luchan con problemas de adicción y algunos viven en la calle. Además, en casos como estos, a menudo temen presentarse por miedo a represalias, según un investigador.
El martes por la mañana, uno de los testigos fue interrogado por la auxiliar Luz Becerra, quien trabaja bajo las órdenes de la fiscala de feria, Adriana Reinoso Cuello. Sin embargo, no proporcionó mucha información útil. Afirmó que se encontraba a dos cuadras del lugar del crimen en el momento del incidente y que llegó cuando la víctima ya estaba gravemente herida. El testigo proporcionó más nombres de personas que podrían aportar más detalles.
Amelia, la sospechosa, se presentó en la comisaría de Homicidios, acompañada de un abogado. Se le informó oficialmente que era objeto de investigación en relación con el caso, pero hasta ahora no se han presentado cargos contra ella debido a la falta de pruebas. No hay testigos que la señalen directamente como la autora, y en el registro realizado no se encontraron pruebas incriminatorias.