Cayó una banda de jubilados acusados de falsificar dólares y distribuirlos por todo el país
Los hermanos José Luis y Miguel Otegui y dos integrantes más de su familia deberán enfrentar un juicio oral por distribuir las divisas apócrifas en Buenos Aires, Mendoza y Neuquén
Cuatro miembros de una familia, acusados de integrar una banda dedicada a falsificar billetes de 100 dólares en la ciudad de Mar del Plata y distribuirlos para su venta en distintos puntos del país, deberán enfrentar un juicio oral. Se trata de dos hombres y sus dos hijos, quienes están imputados del delito de “falsificación de moneda extranjera”, en el marco de una serie de maniobras que los pesquisas creen que llevaron a cabo desde 2018.
El titular del Juzgado Federal 3 marplatense, Santiago Inchausti, a cargo de la investigación, dispuso que los cuatro vayan a juicio oral por esos hechos. José Luis Otegui (79), su hijo homónimo (51); y por Miguel Otegui (69) y su propio hijo, que también lleva el mismo nombre que el padre y tiene 42 años, son los acusados de integrar la banda que distribuía billetes falsos en las provincias de Buenos Aires, Mendoza y Neuquén.
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En el allanamiento que llevó a su detención en una casa del barrio de San Carlos, Mar del Plata, se incautaron 109 mil dólares falsos con 145 papeles con número de serie y planchas de billetes de 100, 125 papeles para el anverso de ese billete, 44 filminas, una matriz de cobre para los billetes, 9 shablones de serigrafía, latas de pintura y de resina poliester y tres autos.
La causa se inició cinco años atrás en Neuquén, luego de que un hombre imputado de tratar de vender billetes de 100 dólares falsos declarara que el fabricante habría sido un hombre apodado “El Viejo”, residente en Mar del Plata. En marzo de 2020, la Justicia Federal neuquina se declaró incompetente para investigar el origen del dinero falso, y el caso quedó en manos de Inchausti.
De acuerdo a la instrucción realizada por el juzgado marplatense, con intervención del fiscal federal Santiago Eyherabide, el apodo del “El Viejo” correspondía a José Luis Otegui padre.
A partir de una serie de tareas de campo desplegadas por personal de la División Falsificación de Moneda de la Policía Federal Argentina se determinó que la fabricación de la moneda falsa se realizaba en dos inmuebles ubicados en el barrio San Carlos de la localidad balnearia.
El juez dispuso la intervención de los teléfonos de los acusados, entre octubre de 2022 y febrero de 2023, y con los elementos de prueba obtenidos, el último 1 de marzo ordenó el allanamiento de esas viviendas y del domicilio del Miguel Otegui hijo, en la capital de la provincia de Mendoza.
De Neuquén a Mar del Plata
El tramo final de la investigación se inició cuando en el fuero federal se recibió el expediente de Neuquén. Allí, un “arbolito” imputado por haber intentado poner en circulación en el mercado financiero los 35 billetes de 100 dólares que le habían sido secuestrados reveló que un hombre al que conocía como “El Fantasma” o “El Viejo”, que era de Mar del Plata, era su proveedor.
Las tareas de inteligencia y de campo realizadas por efectivos de la Policía Federal permitieron a los responsables de la investigación trazar las primeras identificaciones y un cuadro de relaciones.
Resultó, entonces, que había un apellido y nombres que se repetían en este caso y en uno de hace casi un cuarto de siglo, en una causa por falsificación de moneda y adulteración de documentos públicos. En ese viejo expediente, de 1998, ya figuraban los Otegui y Américo “Vespucio”.
El juez federal Inchausti autorizó una serie de intervenciones telefónicas y escuchas que se realizaron entre octubre de 2022 y febrero de este año. Apareció mucha información. Se determinó que la distribución del “producto” se realizaba “a través de encomiendas que simulaban ser correspondencia epistolares, con destino a provincias tales como Neuquén, Mendoza, Córdoba y Formosa”, según detallaron los investigadores policiales del caso.
El juez Inchausti autorizó una serie de intervenciones telefónicas y escuchas que se realizaron entre octubre de 2022 y febrero de este año. Apareció mucha información. Se determinó que la distribución del “producto” se realizaba “a través de encomiendas que simulaban ser correspondencia epistolares, con destino a provincias tales como Neuquén, Mendoza, Córdoba y Formosa”, según detallaron los investigadores policiales del caso.
El foco principal quedó puesto en una casa del barrio San Carlos que resultó ser el principal centro de operaciones de la “empresa delictual familiar” dedicada a la falsificación y distribución de billetes apócrifos, como la definió el juez federal marplatense.
Todo eso cimentó el dictamen fiscal por el cual se pidió el allanamiento de una serie de domicilios, procedimientos que efectivos de la División Falsificación de Moneda de la Policía Federal llevaron adelante el 1 de marzo pasado.
Entre otros elementos se secuestraron más de 50 billetes de cien dólares cortados y listos para su distribución –apócrifos, pero de gran calidad de manufactura, según los peritajes–; también, planchas con cientos de papeles con distintos tipos de avance en el proceso de impresión. En el lugar se encontró, además, una prensa formada con criquet hidráulico, una matriz de cobre de cien dólares “cara grande”, seda de 200 hilos, varias mesas de trabajo para serigrafía con reflectores, una lupa, máscaras, diversos productos químicos y tintas –estopa, resina poliéster náutica, solvente, percloruro de hierro, barnices, bióxido de titanio, lubricante en aerosol, aditivo de tintas y emulsiones–, una lámpara de luz ultravioleta, y diferentes elementos usados para la confección e impresión.
“Todo ello descripto como materia prima y maquinaria destinada a la fabricación de dólares espurios”, sostuvo el fiscal en su acusación, según se precisó fiscales.gob.ar.
En la causa se ordenó el secuestro con fines de decomiso de cuatro vehículos, como también que se mantuviera el embargo con fines de decomiso de otros dos vehículos que aún no fueron incautados.
“En los registros domiciliarios se obtuvo material y documentación de contundente interés para la causa, de la que se desprende no solo la participación concreta de los investigados en los hechos denunciados, sino que también surgen claros indicios de que los imputados se dedicarían a su desarrollo de manera organizada y habitual”, suscribió el magistrado en el auto de procesamiento de los Otegui.
Ese pronunciamiento fue confirmado por la Cámara Federal de Apelaciones de Mar del Plata, que en sintonía con el dictamen del fiscal general Daniel Adler, consideró que los cuatro familiares conformaban una asociación ilícita: “Ha quedado suficientemente demostrada la existencia de un acuerdo de voluntades […] con miras a concretar pluralidad de planes delictivos, en un espacio temporal perdurable en el tiempo”, se indicó.