Cómo funcionará el nuevo protocolo contra la violencia en las escuelas
Este instructivo establece procedimientos de actuación, evaluación y tratamiento para el personal policial y penitenciario implicado en hechos de violencia, ya sea como causante o como víctima, a fin de uniformar criterios operativos y de atención en situaciones de violencia de cualquier índole
En una jornada marcada por la voluntad de institucionalizar la prevención, el Ministerio de Seguridad puso en marcha el protocolo de abordaje de la violencia destinado a los educandos de los Institutos de Enseñanza Superior (IES) General San Martín y Nuestra Señora del Carmen. La reunión, presidida por el ministro Eugenio Agüero Gamboa, reunió a funcionarios del área, autoridades policiales, del Servicio Penitenciario y a los equipos interdisciplinarios de cada establecimiento, en un gesto por coordinar prácticas y lineamientos comunes.
Acompañaron al ministro el secretario de Seguridad, Gustavo Vizcarra; la subsecretaria de Coordinación, Comunicación y Nuevas Tecnologías, Gladys Carpio Valero; el subsecretario del Servicio Penitenciario, Sebastián Tula Rizo; la directora de Control de Gestión, Emilia Tarifa; los comisarios generales Joaquín Girvau y Roque Yñigo en calidad de jefe y subjefe de Policía; y los directores del Servicio Penitenciario de Tucumán, Antonio Quinteros y Diego Leal. También participaron las autoridades de cada instituto y los equipos interdisciplinarios responsables de implementar el protocolo.
Según explicó Agüero Gamboa, el instrumento que se activó es el resultado de un año de trabajo del Ministerio y marca una diferencia sustancial con las prácticas previas: mientras antes los contenidos sobre manejo de situaciones violentas se dictaban una vez que los efectivos ya estaban en funciones, ahora la capacitación y las pautas se incorporarán durante la formación en cada Instituto de Enseñanza Superior. De ese modo, la prevención y la intervención se integran desde el inicio del proceso formativo.
El ministro definió la iniciativa como un cambio de paradigma orientado a proteger a jóvenes que pueden estar en el rol de víctimas o, en otros casos, en el de agredores. El objetivo es brindar herramientas para reaccionar, denunciar e intervenir frente a episodios de violencia, tanto en el ámbito familiar o personal como en situaciones vinculadas al servicio comunitario. Este enfoque responde, según Agüero Gamboa, a la directiva del gobernador Osvaldo Jaldo de “Cuidar a quienes nos cuidan”, y pretende establecer pautas claras que rijan la conducta y la actuación de los estudiantes durante su formación.
En el cierre, el ministro aclaró que el protocolo no se limita a atender a la víctima ni a castigar o aislar al agresor. Por el contrario, contempla mecanismos de seguimiento y asistencia dirigidos también a quienes ejercen violencia, con la intención de abordar las causas subyacentes y promover procesos de rehabilitación cuando corresponda, al tiempo que se brinda apoyo a las víctimas. La puesta en funcionamiento de este protocolo marca un paso hacia la formalización de prácticas de prevención y protección en las instituciones formadoras de las fuerzas de seguridad, con la intención de que la enseñanza de estas conductas y herramientas atraviese desde el inicio la cultura institucional.