Condenaron a 11 años a un hombre que mató a un joven en situación de calle que buscaba refugio del frío
Ramón Núñez intentó acostarse a dormir en la vereda del club El Cruce cuando fue atacado a balazos por Marcos Antonio Díaz en mayo de 2024
Marcos Antonio Díaz, de 29 años, fue condenado a 11 años de prisión de cumplimiento efectivo por el homicidio de Ramón Antonio Núñez, conocido como “El Menor”. El crimen ocurrió el 24 de julio del año pasado, cuando el joven, que estaba en situación de calle, intentaba acomodar un colchón en la entrada de el club El Cruce para dormir.
La investigación estuvo a cargo de la Unidad Fiscal de Homicidios II, liderada por el fiscal Carlos Sale, quien llevó adelante el debate junto a la investigadora Lucila Arrieta. En la primera parte del proceso ya se había establecido la responsabilidad penal de Díaz como autor del homicidio agravado por el uso de arma de fuego de Núñez y de homicidio agravado en grado de tentativa contra otras dos personas.
El hecho ocurrió alrededor de las 6:15 de la mañana del 25 de mayo de 2024, en pasaje Santillán, entre calles La Plata y Florida, en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Núñez, junto a Cristian “El Porteño” Baeza y Hugo “El Menorcito” Rodríguez, se dirigieron hasta las inmediaciones del club El Cruce para buscar colchones y frazadas que utilizaban para dormir en la vía pública. Al llegar, descubrieron que Díaz estaba prendiendo fuego a sus pertenencias.
Según la acusación, el agresor persiguió a las tres víctimas a pie mientras disparaba con una pistola 9 mm, con intenciones de matarlos. Uno de los proyectiles impactó a Núñez por la espalda y le atravesó el tórax, causándole la muerte en el acto. Díaz continuó su ataque contra Baeza, a quien golpeó con la culata del arma, mientras otros dos hombres que lo acompañaban también lo agredieron con un cinturón, patadas y trompadas. Luego, escaparon del lugar en un vehículo, llevándose el arma homicida.
Durante los alegatos de clausura, el fiscal Sale remarcó la extrema violencia del ataque y la situación de vulnerabilidad de las víctimas. “Debemos analizar la condición en la que se encontraba la víctima, en situación de calle. Este fue un hecho gravísimo, ejecutado con un arma de fuego de grueso calibre y con un desenlace irreparable: la pérdida de una vida”, expresó.
Con esta condena, se cierra una causa marcada por la violencia urbana y el abandono social, que tuvo como víctima a un joven sin techo y como escenario las calles de la capital tucumana.