casi una semana de que un hombre rociara con combustible a dos pareja de mujeres y provocara un incendio en un conventillo de Barracas, la tercera de las cuatro víctimas que estaban en la habitación murió a raíz de las lesiones sufridas. Se trata de Andrea Amarante, de 42 años, que había recibido quemaduras en el 75% de su cuerpo.

En las últimas horas se notificó que la víctima, que permanecía alojada en el Hospital General de Agudos José María Penna, tenía un pasado trágico ya que había logrado sobrevivir al incendio del boliche República Cromañón, ocurrido el 30 de diciembre de 2004 en la zona de Once y donde murieron 194 personas.

En tanto, la cuarta mujer que estaba en la habitación 14, donde Justo Fernando Barrientos atacó, evoluciona favorablemente y ya pudo declarar ante la justicia que evalúa encuadrar el ataque como un crimen de odio. Esto se debe a testimonios recabados entre testigos y sobrevivientes que señalan que el hombre odiaba a las mujeres por ser lesbianas. 

Hasta el momento, las tres víctimas fatales son: Amatante Pamela Cobasy y Roxana Figueroa, ambas de 52 años, que eran pareja y fueron rociadas con combustible por Barrientos. En tanto, la única sobreviviente de la habitación 14 es Sofía Castro Riglos, de 49 años, que solo sufrió lesiones menores pero continúa internada en el Hospital Municipal de Quemados.

La investigación del ataque, que ocurrió en la madrugada del lunes en la calle Olavarría al 1600, está en manos del juez Edmundo Rabbione, que subroga el Juzgado N° 14, ante quien ya declaró Castro Riglos y habría confirmado que se trató de un ataque lesboodiante.

 

En tanto, Barrientos que fue detenido cuando intentaba huir del lugar del crimen y luego se quiso suicidar, aún no fue indagado por el juez que busca determinar si el femicida es una persona imputable o padece algún trastorno mental.

Tampoco trascendió si Rabbione sumará a las acusaciones contra Barrientos el agravante establecido en el artículo 80 del Código Penal que aumenta la pena ante femicidios por el odio de género, orientación sexual o identidad de género de las víctimas.LaNación

“Ya las había amenazado”

“Él ya las había amenazado una vez. Fue en la última Navidad. Les dijo que las iba a matar a las dos (Pamela y Mercedes) y mirá lo que pasó ahora” dice Diego Hernán Britez. Vendedor ambulante, a los 51 años vive en el segundo piso del hotel familiar ubicado en Olavarría 1621, en la zona sur de la Ciudad de Buenos Aires, donde ocurrió el crimen.

Diego dice que escuchó varias de las peleas verbales que existieron entre el hombre y las mujeres a lo largo de los dos años en los que ellas vivieron allí. Reconoce que a Barrientos le disgustaba que fueran lesbianas y lo hacía explícito.

“Discutían bastante. Ellas llamaron a la policía una vez y entiendo que lo habían denunciado. Él les decía ‘engendros’ por su condición sexual. Les decía ‘tortas’, ‘gorda sucia’”, compartió Britez a Presentes. 

Barrientos está detenido, acusado de homicidio y lesiones graves. El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 14, a cargo de Edmundo Rabbione, investiga el hecho. Ante la consulta de este medio, se informó que por orden del juez no se brindará información sobre la causa, salvo a las partes involucradas.agenciapresentes