En el kilómetro 1.466 de una ruta de relevancia internacional, los efectivos del Escuadrón 54 "Aguaray" llevaron a cabo una operación de control sobre un transporte de cargas generales con matrícula boliviana. Durante el procedimiento de inspección, un can antinarcóticos de la Fuerza, conocido como "Minos", mostró interés en una zona específica del semirremolque del vehículo. 

El perro, tras realizar una serie de olfateos, rasgó el área y se posicionó junto a un tanque plástico auxiliar de agua. Este comportamiento del animal, que indica la posible presencia de sustancias ilegales, llevó a los gendarmes a actuar con cautela. En presencia de testigos, se procedió a retirar los dos recipientes plásticos del transporte y se realizaron cortes para abrirlos. 

El contenido, al ser expuesto, reveló una sustancia de color amarillento y compacta. Posteriormente, se realizó una prueba de campo conocida como Narcotest, que confirmó que la sustancia era pasta base de cocaína, con un peso total de 40 kilos y 190 gramos. La situación fue reportada a la Fiscalía Federal de Tartagal, que tomó acciones inmediatas, ordenando el secuestro tanto de la droga como del vehículo involucrado en el hecho. 

Además, el conductor del transporte, de nacionalidad boliviana, fue detenido en el lugar, lo que añade un elemento más a la complejidad de esta operación de control de drogas en la ruta.