Empieza el juicio contra un cacique guaraní acusado de descuartizar y prender fuego a su pareja
Marcelo Nuñez era el líder de la comunidad mbya guaranía Tarumá Poty. Está imputado por el femicidio de María Solange Diniz Rabela, asesinada durante la pandemia.
Este martes comenzará el juicio contra Marcelo Nuñez, un cacique guaraní que está acusado de haber asesinado, descuartizado y quemado el cuerpo de su pareja durante la pandemia en Misiones.
Núñez es el líder de la comunidad mbya guaraní Tarumá Poty de la ciudad misionera de San Vicente y está imputado hace cinco años por el femicidio de María Solange Diniz Rabela, una joven que en ese momento tenía 22 años.
El Tribunal Penal N°1 de Oberá será el encargado de juzgar a Núñez bajo el cargo de “homicidio agravado por femicidio”, un delito que contempla la pena de prisión perpetua.
A lo largo de las audiencias de este martes y miércoles, la Fiscalía buscará demostrar que el cacique habría sido el responsable de asesinar e incinerar los restos de la
De acuerdo con la información publicada por el medio local El Territorio, los investigadores plantearon como hipótesis que el acusado habría utilizado el contexto sanitario como coartada para justificar sus acciones, tras alegar que la joven habría muerto por COVID-19 y que habría actuado según las recomendaciones médicas que incluían la cremación y el entierro inmediato para evitar la propagación del virus.
Sin embargo, la Fiscalía descartó esa versión, que desde el comienzo fue la línea de defensa del cacique. Por este motivo, la credibilidad de esa coartada y las circunstancias en torno a la muerte de Diniz Rabela serán parte de los ejes centrales del debate oral.
El tribunal estará formado por los jueces Francisco Aguirre, Horacio Paniagua y Julio Carvallo (como subrogante).
Además, está previsto que durante el proceso se escuchen 14 testimonios, entre los que estpan personas de la comunidad, profesionales de la salud y peritos forenses.
La acusación estará a cargo del fiscal David Ezequiel Augusto Milicich, mientras que la defensa del cacique será responsabilidad del abogado Jorge Zabulanez.
También se convocó a un intérprete de guaraní para asegurar que el imputado comprenda todo el proceso judicial.
El macabro crimen de María Solange Diniz Rabela
El femicidio ocurrió el 12 de abril de 2020, cuando la comunidad guaraní encontró el cuerpo de la joven mutilado, parcialmente calcinado y semi enterrado.
La víctima residía en el asentamiento y, tras el hallazgo, su pareja y líder comunitario, Marcelo Nuñez, fue detenido como principal sospechoso.
La búsqueda comenzó tras la denuncia del padrastro de la joven, quien, al perder contacto con María Solange, intentó junto a la madre de la víctima obtener información en la comunidad. En respuesta, los miembros de la aldea se mostraron reacios a colaborar y les negaron el acceso.
El expediente estuvo a cargo del Juzgado N° 3 de San Vicente, cuyo juez, Gerardo Casco, ordenó múltiples allanamientos y la toma de testimonios, en un contexto de resistencia por parte de los habitantes de la aldea.
Las averiguaciones apuntaron contra Marcelo Nuñez, luego de que en su domicilio encontraran un serrucho y una manta manchados con sangre. Sin embargo, el cacique ya se había escapado del lugar cuando iniciaron el procedimiento en la propiedad.
De la misma manera, cerca de su vivienda, la policía localizó tierra removida y una cama quemada. La llegada de peritos permitió identificar restos óseos incinerados pertenecientes a la víctima. Por este motivo, el juez ordenó excavar en la zona.
Poco después se conocería el escalofriante resultado, ya que las autoridades encontraron parte del cuerpo de María Solange. A raíz de que el cadáver había sido descuartizado, no pudo recuperarse en la totalidad de sus partes.
De acuerdo con el entorno de la víctima, no pertenecía a la comunidad aborigen. Su vínculo con el cacique era reciente y en ese periodo no existían denuncias formales de violencia previa.
Algunos integrantes de la aldea afirmaron que el líder les había dicho que la joven había muerto por coronavirus y que por ese motivo la descuartizó y quemó, en un intento de evitar un “contagio”.
Tras horas de búsqueda, la policía ubicó a Nuñez en la aldea “Pai Antonio Martínez”, a 40 kilómetros de la escena del crimen.
Los efectivos debieron pedir permiso al cacique de esa comunidad para ingresar y detenerlo. Desde ese entonces, el hombre estuvo sometido a proceso y esta semana se definirá su futuro.