Exjugador de Atlético Tucumán arrestado en Mendoza: detalles del violento enfrentamiento con la policía
El defensor de San Martín de San Juan fue arrestado tras un lamentable y violento altercado con agentes viales, evidenciando una conducta inapropiada y preocupante para un representante del deporte.
El reciente incidente protagonizado por Matías Orihuela, exjugador de Atlético Tucumán, ha desatado una serie de cuestionamientos sobre la conducta de ciertos deportistas y su relación con la autoridad. La mañana del lunes, sobre la Ruta Nacional 7 en Potrerillos, Mendoza, Orihuela fue detenido por un control vial luego de que su camioneta negra cruzara una doble línea amarilla. Lo que debería haber sido un procedimiento rutinario se tornó en un episodio violento que ha dejado en evidencia un comportamiento preocupante por parte del jugador.
Aproximadamente a las 10 horas, los agentes de la Policía Vial notaron la infracción y procedieron a detener el vehículo. Sin embargo, al acercarse, se encontraron con un Orihuela visiblemente alterado, quien no solo mostró una actitud desafiante, sino que también agredió físicamente al oficial Cañizares. Este acto de violencia no solo es inaceptable, sino que refleja una falta de respeto hacia las autoridades y la ley que trasciende lo que se podría considerar como una simple falta de tránsito. Los relatos de los testigos indican que la situación se volvió especialmente tensa cuando el jugador, en un arrebato de agresividad, abrió la puerta de su camioneta de forma brusca, impactando a uno de los agentes.
La agresión física fue seguida por una resistencia activa al procedimiento, donde Orihuela se negó a colaborar e incluso amenazó a los uniformados, alardeando de su condición de futbolista profesional. Este tipo de comportamiento, que se manifiesta como una falta de respeto hacia quienes están cumpliendo con su deber, resulta inaceptable en cualquier contexto. La escena se tornó caótica, requiriendo la intervención de otros policías y de civiles que se encontraban en el lugar para controlar la situación.
Una vez reducido, el jugador continuó mostrando desdén hacia las autoridades, negándose a firmar el acta del operativo y rompiendo el documento frente a los agentes. Este acto de desafío no solo pone en evidencia una falta de respeto hacia la ley, sino que también plantea serias dudas sobre la capacidad de algunos individuos de manejar la presión y la responsabilidad que conlleva ser una figura pública. El relato de Orihuela, quien argumentó haber sido agredido sin motivo alguno, contrasta fuertemente con las versiones de las autoridades y testigos presentes. La situación ha derivado en su detención y en cargos por resistencia a la autoridad y lesiones leves, aunque el fiscal Horacio Iturbide ha confirmado que el oficial agredido no sufrió heridas graves.
Sin embargo, esto no minimiza la gravedad de los hechos ni la imagen que se proyecta de un deportista que, en lugar de ser un modelo a seguir, se convierte en un ejemplo de comportamiento violento y desafiante. La falta de un comunicado oficial por parte del club San Martín de San Juan añade otra capa de incertidumbre a la situación. En un contexto donde la imagen de los deportistas es fundamental, la ausencia de una posición clara podría interpretarse como una falta de compromiso con los valores que deberían promover.
Su estadía en Tucumán también se vio empañada por un acto delictivo
En julio de 2022, Matías Orihuela, defensor de Atlético Tucumán, sufrió el robo de 450 mil pesos. Un hecho delictivo, que no fue violento, aunque sí premeditado con un seguimiento al lateral.
El hecho fue durante el día. Estacionó un instante en el Complejo Open Plaza de Yerba Buena. En ese momento los delincuentes, que los siguieron con una camioneta, emplearon un inhibidor de alarma para evitar que las puertas del auto se cerraran. Uno de los ladrones fue al coche del futbolista, abrió la puerta delantera derecha y se llevó el dinero. Luego se equivocó de camioneta, una Toyota Hilux igual a la que usaron los delincuentes, pero después ubicó el vehículo correcto.
Pasaron apenas unos segundos y cuando el jugador del Decano regresó a su Audi Q3, los ladrones ya se habían llevado la plata, que Orihuela iba a destinar para el pago de un alquiler. Luego del hecho, un testigo se arrimó al futbolista para informarle lo que ocurrió y más tarde efectuó la denuncia. “Un señor que estaba tomando un café me contó todos los detalles”, dijo Matías.