En un trágico suceso ocurrido en Florencio Varela, la Justicia ha determinado que una madre, identificada como M.A.L., de 47 años, cometió un filicidio seguido de suicidio. La mujer disparó en la cabeza a su hijo de seis años antes de quitarse la vida. La investigación inicial había sospechado del padre del niño, sin embargo, las pruebas confirmaron su coartada, demostrando que se encontraba trabajando al momento de la tragedia.

 La confirmación de la coartada del padre se basó en los movimientos de su tarjeta SUBE y en la declaración de su empleador. El hombre, empleado como tornero, sostuvo que había salido de su hogar en la madrugada y regresó alrededor de las 17 horas, encontrando a su esposa sin vida y a su hijo con heridas graves. A su llegada, los servicios de emergencia ya no pudieron hacer nada. 

 En cuanto a la madre, se determinó que sufrió dos impactos de bala, uno de los cuales apenas la rozó, y el segundo fue letal. Adicionalmente, junto al cuerpo de M.A.L. se encontraron dos cartas que contenían mensajes que reflejaban su estado emocional y problemas de pareja. Fuentes judiciales informaron que la mujer padecía un cuadro depresivo severo, con antecedentes de enfermedades mentales en su familia y un intento de suicidio en su juventud. Esta situación se complicaba aún más por las dificultades que enfrentaba al cuidar a su hijo, quien estaba diagnosticado con un trastorno del espectro autista.