La escalofriante confesión de un femicida en juicio: “Lo volvería a hacer”
Ariel Omar Pérez fue condenado a prisión perpetua por el crimen de Yanina Pérez de la Vega, ocurrido el 15 de febrero de 2024. Su actitud desafiante provocó que lo retiraran de la sala con custodia.
La Justicia de San Juan condenó este viernes a prisión perpetua a Ariel Omar Pérez por el asesinato de su expareja, Yanina Pérez de la Vega, ocurrido el 15 de febrero de 2024. Durante la audiencia, el acusado lanzó una frase escalofriante ante el tribunal:
“Lo volvería a hacer”.
El juicio, llevado a cabo bajo la modalidad abreviada, estuvo marcado por la actitud agresiva y provocadora del femicida, quien interrumpió en reiteradas ocasiones el desarrollo del proceso. Finalmente, el tribunal lo sentenció a la pena máxima por el delito de homicidio triplemente agravado: por alevosía, por el vínculo y por tratarse de un hecho en contexto de violencia de género, sin acceso a beneficios.
Además, la condena fue unificada con una sentencia previa de un año por amenazas agravadas contra otra persona, según informó el diario Tiempo de San Juan.
Un juicio atravesado por el desprecio y la violencia
Previo al inicio de la audiencia, Pérez había pedido no estar presente en la sala y, a través de su abogado, manifestó su voluntad de firmar el acuerdo de juicio abreviado. Sin embargo, la jueza Flavia Allende, presidenta del tribunal, rechazó esa solicitud y ordenó su comparecencia.
Desde el primer momento, el agresor mostró una actitud desafiante: se levantó del banquillo, interrumpió la audiencia y gritó frente a las autoridades:
“¡Quiero firmar e irme!”
Cuando la fiscalía comenzó a relatar los detalles del caso, Pérez volvió a interrumpir, insultó a los fiscales y tuvo que ser retirado y trasladado a otra sala, bajo custodia, para continuar con la exposición.
Durante el proceso, se le pidió que reconociera haber seguido a Yanina Pérez de la Vega, de 44 años, el 15 de febrero en el cementerio de Angaco, donde ella trabajaba, y haberla apuñalado ocho veces. Luego huyó y permaneció prófugo durante varios días.
Pérez no solo confirmó los hechos, sino que intentó justificarse:
“Sí, por amenazarme con que iba a matar a mis hijos, por eso la maté yo a ella”, declaró. Y remató: “Y lo volvería a hacer”.
A medida que avanzaba la lectura de la acusación, el imputado volvió a perder el control. Cuando se le pidió que confirmara si aceptaba los cargos de homicidio agravado, gritó:
“¡No me voy a sentar porque no se me da la gana! ¡No se me dan los huevos!”
Pese a los intentos de los agentes por calmarlo, se mantuvo de pie, gritando e interrumpiendo. Finalmente, el tribunal ordenó su traslado de regreso al penal, y la lectura de la sentencia se realizó en su ausencia.
Fue condenado a prisión perpetua sin posibilidad de beneficios hasta cumplir la totalidad de la pena, y fue declarado reincidente.