La Fiscalía de Tunuyán se encuentra en plena investigación respecto a un caso que involucra a un niño de tres años, cuyo entorno familiar ha generado alarma por posibles intenciones de sustracción y venta. Según los datos disponibles, tres familiares del menor fueron aprehendidos el pasado domingo, bajo la sospecha de haber intentado llevar al niño a la provincia de Salta con fines que podrían estar vinculados a la trata de personas. Aunque la causa aún no ha sido transferida al ámbito de la justicia federal, que es donde se investigan estos delitos, el fiscal a cargo, Pablo Fossaroli, ha caratulado el caso como “sustracción, retención y ocultamiento de menores”. 

Los detenidos son la abuela del niño, una mujer de 36 años, su tío de 21 años, y la pareja de la abuela, un hombre de 27 años. Hasta el momento, la causa se encuentra bajo secreto de sumario, y no se ha proporcionado información acerca de si los sospechosos han sido formalmente imputados. Sin embargo, es de conocimiento que el fiscal está a la espera de resultados de varias pericias que podrían ser determinantes para el avance de la investigación. 

Por otro lado, se ha solicitado la intervención del ETI (Equipo Técnico Interdisciplinario) del Valle de Uco, con el fin de garantizar la seguridad del niño y de otros menores de la misma familia, quienes residen en el barrio La Tablada. En relación a la investigación, el diario El Tribuno de Salta ha reportado que se ha iniciado una línea de pesquisa en Salta para determinar si existe una red de compradores o intermediarios que facilite el traslado del menor. Las autoridades salteñas, alertadas por la justicia mendocina, están colaborando en la resolución del caso. 

Asimismo, algunas informaciones provenientes de portales del Valle de Uco sugieren que, una semana antes de los acontecimientos, un familiar del niño habría notificado a las autoridades sobre la intención de los familiares de llevar al menor a Salta. Sin embargo, en aquel momento no se había presentado denuncia policial, lo que complicó la intervención de las fuerzas de seguridad. 

El operativo de rescate del menor fue llevado a cabo por efectivos policiales que se desplazaron al lugar en tres vehículos de Cuerpos Especiales. Durante la operación, los agentes observaron a una persona caminando con el niño, acompañada de una mujer y un adolescente, en dirección a la Ruta 40. Al detenerlos y preguntarles sobre su situación, la persona que llevaba al menor explicó que lo trasladaban debido a que la madre no podía cuidarlo y que lo entregarían a su abuela, argumentando que la madre se encontraba enferma. 

Simultáneamente, otro grupo de policías se dirigió a la casa de la madre del niño para verificar la información. Allí encontraron a la joven en estado de llanto, y tres personas presentes confirmaron que el niño había sido llevado con el propósito de venderlo en Salta por la suma de $14.000.000, de la cual se habría recibido un adelanto del 50%. La situación plantea serias preocupaciones sobre el bienestar del menor y resalta la importancia de la intervención judicial y policial en casos de posible sustracción de menores.