En el contexto de un incidente trágico, Thiago Correa, un niño de tan solo siete años, se encuentra en estado crítico tras haber recibido un disparo en la cabeza durante un enfrentamiento que involucró a un policía de la fuerza federal y un grupo de cuatro delincuentes en La Matanza. La situación del menor, quien ha sido diagnosticado con muerte cerebral en las últimas horas, ha generado una profunda preocupación en la comunidad y ha llevado a un seguimiento detallado de su estado de salud, ya que permanece conectado a asistencia mecánica en el hospital de Niños de San Justo, donde fue trasladado tras recibir atención inicial en el hospital Ballestrini. 

La gravedad del incidente ha suscitado diversas reacciones, incluyendo la defensa del accionar del policía federal implicado, Facundo Aguilar Fajardo. En una conferencia de prensa, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, señaló que "los responsables directos de la situación que atraviesa Thiago son los delincuentes", haciendo énfasis en que uno de los asaltantes murió en lo que fue calificado como una legítima defensa por parte del oficial. Este suceso ha puesto de relieve la complejidad de la seguridad en el país y las tensiones inherentes a los enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y delincuentes. 

La situación ha generado un debate sobre la responsabilidad de cada parte involucrada y las circunstancias que llevaron a este trágico desenlace. Mientras tanto, la comunidad sigue esperando noticias sobre la recuperación del niño, cuyo futuro es incierto y que ha movilizado tanto a familiares como a la sociedad en su conjunto, evidenciando el impacto que situaciones de esta naturaleza tienen en la vida cotidiana de las personas.