En la ciudad de San Miguel de Tucumán y en la localidad de Yerba Buena, el uso de pistolas Taser por parte de la Policía ha sido implementado como parte de una estrategia de seguridad pública. Este cambio en el equipamiento de las fuerzas de seguridad se ha llevado a cabo tras un proceso de capacitación y certificación, asegurando que los agentes estén debidamente preparados para su uso eventual. 

La distribución de estas armas de baja letalidad se realizó de manera planificada, en colaboración con el Ministerio de Seguridad y el jefe de Policía, con el objetivo de mejorar la seguridad en la comunidad local. Se seleccionó a los agentes en función de sus capacidades tanto intelectuales como físicas, garantizando que cuenten con la destreza necesaria para desempeñar sus labores diarias en un entorno urbano. Actualmente, los oficiales están llevando a cabo patrullajes preventivos a pie en diferentes áreas de Yerba Buena, enfocando su presencia en zonas comerciales, bancarias y gastronómicas, manteniendo una vigilancia activa durante las 24 horas del día en turnos rotativos. 

Esta estrategia busca no solo la disuasión del delito, sino también una respuesta más eficiente ante posibles incidentes. Los operadores de las pistolas Taser han recibido formación específica en la Escuela de Suboficiales y Agentes, un proceso avalado por el Ministerio de Seguridad. Cada agente ha sido certificado para la utilización de este armamento, el cual está regulado por un protocolo de intervención que establece las pautas para su uso. Aunque el objetivo principal de las Taser es producir el menor daño posible, estas armas son capaces de provocar una incapacitación neuromuscular, facilitando así la reducción de individuos que puedan representar una amenaza. 

En la actualidad, el uso de estas pistolas se ha extendido a lugares estratégicos como las plazas Urquiza, Alberdi, Independencia, Belgrano e Irigoyen, así como en zonas peatonales y en el Corredor Universitario, que se encuentra en la avenida Benjamín Aráoz y El Bajo. Además, se han asignado motoristas para que estén alerta ante cualquier eventualidad en los sectores norte y sur de la ciudad, reforzando así la seguridad y la rápida respuesta ante situaciones que puedan surgir. 

De este modo, la implementación de las pistolas Taser en San Miguel de Tucumán y Yerba Buena se presenta como una medida que busca equilibrar la seguridad pública con la protección de los derechos de los ciudadanos, en un contexto donde la seguridad es un tema de creciente preocupación para la población.