Este lunes por la mañana, la peatonal Muñecas se llenó de ternura y patriotismo. Vestidos como damas antiguas y caballeros de época, los niños del jardín maternal “Pollitos Azules” repartieron escarapelas a los transeúntes, acompañados por la banda de música de la Policía de Tucumán que interpretó con emoción la marcha “Mi Bandera”.

La escena, que ya es una tradición desde hace tres años, fue organizada por la Dirección Materno Infantil “Pollitos Azules”, un espacio de la Policía provincial que brinda contención, educación y cuidado a niños de entre 2 y 4 años dentro del Departamento Central de Policía. Con sus pequeños alumnos —muchos hijos de personal policial— la institución celebra el Día de la Escarapela, instituido el 18 de mayo de 1935, con una recreación que busca mantener vivo el amor por los símbolos patrios.

“Para lograr esto hacemos un taller con los papás, confeccionamos juntos las escarapelas y luego venimos con los niños disfrazados a repartirlas. Es una manera de recordar que la escarapela es un símbolo nacional que debemos valorar desde chicos”, explicó con emoción la directora del jardín, comisario principal Fany Miranda.

El gesto no pasó desapercibido. Cada escarapela entregada arrancó sonrisas, aplausos y miradas emocionadas de quienes pasaban por allí. “Los abuelos, la gente grande, se emocionan mucho. Ellos entienden muy bien lo que representan estos símbolos”, señaló Miranda, agradeciendo también el acompañamiento del Ministerio de Seguridad, la Plana Mayor y la Jefatura de Policía.

La Guardería Materno Infantil "Pollitos Azules" es una división de la Policía de Tucumán que ofrece servicios de guardería y educación inicial a niños de entre 2 y 4 años. Este espacio, que lleva ese nombre, se encuentra ubicado dentro del Departamento Central de Policía en la provincia de Tucumán. La guardería cuenta con dos turnos, uno de mañana y otro de tarde, y ofrece actividades pedagógicas, recreativas y educativas para los niños. 

“Nosotros les enseñamos en el jardín a valorar los símbolos patrios, como también lo hicimos con el escudo. Sembrar estos valores desde pequeños es una forma de construir una sociedad más consciente y unida”, concluyó Miranda, rodeada de escarapelas, niños con galeras y moños celestes, y una comunidad que, por un rato, se dejó emocionar.