Marcha de jubilados: disturbios y reclamos en las calles
Los manifestantes se dirigen hacia la Plaza de Mayo, mientras que las fuerzas policiales implementan el protocolo antipiquete para controlar la situación.
En la jornada del miércoles, el centro de la Ciudad de Buenos Aires fue escenario de manifestaciones que congregaron a un número significativo de jubilados, quienes marcharon hacia el Congreso de la Nación. El motivo de esta movilización fue la demanda de un incremento en sus haberes jubilatorios y en el bono que reciben mensualmente. A esta movilización, se sumaron diversas agrupaciones que tradicionalmente apoyan causas relacionadas con los derechos de los trabajadores y de los sectores más vulnerables de la población.
Para gestionar la situación, las fuerzas de seguridad implementaron un operativo considerable en las cercanías del recinto legislativo, con la finalidad de evitar cortes de calle y mantener el orden público. En este contexto, los manifestantes iniciaron su marcha desde el Congreso hacia la emblemática Plaza de Mayo, un lugar significativo para la historia de las movilizaciones en Argentina. Durante el trayecto, se produjeron algunos altercados menores, evidenciando la tensión entre los manifestantes y la policía.
Se reportaron empujones y pequeños enfrentamientos en momentos en que los efectivos de seguridad intentaban controlar el avance de la multitud. Al llegar a la calle Libertad, la Policía de la Ciudad formó un cordón para restringir el paso de los manifestantes, impidiendo que continuaran su marcha en dirección a otras áreas de la ciudad. El despliegue policial fue notable, con vallados preventivos establecidos en los principales accesos a la Plaza del Congreso, así como la presencia de vehículos de la Policía de la Ciudad y de la Policía Federal.
Se realizaron bloqueos en puntos estratégicos, especialmente en la intersección de la Avenida Callao y la Avenida Rivadavia, lo que causó complicaciones en el tránsito y obligó a los automovilistas a tomar rutas alternativas. Este tipo de manifestaciones, que se han vuelto recurrentes en el tejido social argentino, reflejan las inquietudes de un sector de la población que busca ser escuchado en sus reclamos por mejoras en sus condiciones de vida.