Tras seis meses de un extenso debate oral y público, la enfermera Brenda Agüero fue declarada culpable del asesinato en serie de cinco bebés y del intento de homicidio de otros ocho recién nacidos en el Hospital Neonatal de Córdoba. Esta decisión fue tomada por un jurado popular compuesto por ocho ciudadanos y dos jueces, quienes evaluaron las pruebas presentadas durante el juicio.

Además de la condena contra Agüero, varios funcionarios que estaban implicados en el caso fueron absueltos. La enfermera fue sentenciada a prisión perpetua, la única pena posible según lo estipulado por el Código Penal para un caso de esta naturaleza, que no tiene precedentes en la historia argentina.

El veredicto fue leído después de las 20 horas por la secretaria de la Cámara en lo Criminal y Correccional de 7ª Nominación, tribunal encargado de llevar adelante el proceso judicial. Previamente, la jueza Patricia Soria abrió la sesión y, visiblemente emocionada, rompió en llanto mientras leía las palabras de agradecimiento que había preparado para concluir el juicio.

La deliberación del jurado comenzó temprano en la mañana y se extendió durante más de diez horas, reflejando la complejidad y gravedad del caso que mantuvo en vilo a la sociedad durante meses.