Será juzgado el policía que le disparó en la cara a Franco Almirón por intento de homicidio
El agente Javier Nicolás Medina Quintana llegará a juicio acusado de intentar matar a un joven durante un operativo del GEAM en agosto de 2024. La fiscalía pedirá 14 años de prisión. Otro efectivo será juzgado por encubrimiento.
La causa por el brutal ataque que dejó gravemente herido a Franco Ezequiel Almirón, de 32 años, ya tiene fecha de juicio. La Unidad Fiscal de Homicidios II, a cargo del fiscal Carlos Sale, logró que la justicia eleve a debate oral y público la acusación contra Javier Nicolás Medina Quintana, un efectivo del Grupo Especial de Apoyo Motorizado (GEAM), imputado por tentativa de homicidio agravado por el abuso de sus funciones y uso de arma de fuego.
El hecho ocurrió el 29 de agosto de 2024, cuando Almirón fue baleado en la cara con una escopeta policial. Medina Quintana está acusado de haber disparado con la clara intención de matar. La fiscalía solicitará 14 años de prisión efectiva. También será juzgado otro agente, Héctor Luis Lobo, quien conducía la moto en la que se trasladaba Medina. En su caso, se lo acusa de encubrimiento agravado por no haber denunciado el hecho, pese a su condición de funcionario público. La pena que se solicitará es de dos años de prisión en suspenso.
El ataque
Según la teoría del caso, entre las 9:00 y las 9:30 de la mañana de ese día, Almirón estaba junto a dos amigos en una gruta ubicada sobre avenida Martín Berho al 2.000, al noreste de San Miguel de Tucumán. Tras llamados al 911 que advertían disturbios en el lugar, arribaron tres policías del GEAM en dos motos. En una de ellas viajaban Medina Quintana como acompañante y Lobo como conductor, y en la otra se desplazaba el tercer agente involucrado, Tomás Aráoz.
Al descender de la moto, Medina Quintana ordenó a los jóvenes que se quedaran quietos. Acto seguido, les apuntó con una escopeta calibre 12 provista por la policía y disparó directamente a la cara de Almirón, quien cayó gravemente herido. Los tres efectivos se retiraron del lugar sin informar lo ocurrido, y fue la familia de la víctima quien lo trasladó de urgencia al hospital Centro de Salud, donde permaneció internado en estado crítico.
La investigación determinó que ni Lobo ni Aráoz reportaron el hecho, a pesar de que tenían la obligación legal de hacerlo. Por este motivo, ambos fueron acusados de encubrimiento. Aráoz ya fue condenado en un juicio abreviado a un año de prisión condicional.
Camino al juicio
Durante la audiencia de control de acusación, la auxiliar de fiscal Luz Becerra detalló la pretensión punitiva del MPF y enumeró la prueba que será presentada en el debate: 25 testimoniales, entre ellas la del propio Almirón, sus dos amigos, peritos del ECIF, personal policial y el agente ya condenado.
Al concluir las dos jornadas de audiencia, el juez interviniente resolvió abrir formalmente el juicio oral y público. Será una instancia clave para determinar si los agentes del GEAM actuaron conforme a la ley o incurrieron en un abuso criminal de su poder.