En la tarde del pasado miércoles, la Escuela Secundaria N.º 89 del barrio 920 Viviendas, en la zona alta de San Fernando del Valle de Catamarca, se convirtió en el escenario de un hecho de violencia que dejó a un joven de 16 años gravemente herido. Según las primeras informaciones difundidas por medios locales, una compañera de 15 años lo apuñaló en el pecho con una tijera durante el horario escolar, alrededor de las 18 horas.

Tras el ataque, la vicedirectora del establecimiento convocó a la Policía, que solicitó la intervención del SAME. El adolescente recibió atención inicial en la escuela y, debido a la gravedad de la lesión —la tijera habría atravesado la membrana torácica cerca de la tetilla derecha— fue trasladado de urgencia al Hospital San Juan Bautista, donde fue sometido a una intervención quirúrgica.

La madre de la víctima, identificada como Anabel, declaró ante la prensa que el episodio fue presenciado por varios compañeros. Según su relato y el testimonio del joven, la agresora tomó la tijera de otra estudiante y se la clavó en el pecho. Anabel cuestionó la versión que habría dado la agresora ante la vicedirectora —según la cual el hecho se produjo en un juego con otro compañero y su hijo se habría entrometido— y afirmó que la realidad fue distinta: "Ella apuñaló a mi hijo y casi le cuesta la vida".

La madre también expresó su malestar con las autoridades escolares y con el Ministerio de Educación de la provincia por considerar insuficientes las medidas adoptadas. Señaló, además, que la joven denunciada continúa asistiendo a clases mientras su hijo se encuentra en su domicilio en proceso de recuperación luego de la cirugía. Desde el establecimiento habrían indicado que se está siguiendo el protocolo correspondiente, pero la familia manifiesta dudas sobre la aplicación de sanciones disciplinarias.

En la causa intervino la Fiscalía Penal Juvenil, a cargo del fiscal Guillermo Narváez. Por tratarse de una menor de edad, la adolescente es inimputable según la normativa vigente, por lo que no se dispusieron medidas penales en su contra. El episodio reaviva el debate en torno a la seguridad en las escuelas, la respuesta institucional ante situaciones de violencia entre pares y los mecanismos de protección y sanción aplicables en el ámbito judicial juvenil.

Mientras la comunidad educativa y las autoridades analizan los pasos a seguir, la familia del joven exige mayor claridad sobre las medidas preventivas y disciplinarias que garanticen la seguridad de los estudiantes dentro de los establecimientos. El caso continúa bajo investigación por parte de la fiscalía especializada, que evaluará las acciones correspondientes en el marco de la legislación juvenil.