Un compañero de escuela de Diego Fernández Lima se convirtió en el principal sospechoso por el asesinato del joven de 16 años, cuyos restos óseos fueron hallados enterrados en una vivienda del barrio porteño de Coghlan. El descubrimiento ocurrió en una casa lindera al chalet que años atrás alquiló el músico Gustavo Cerati.

La investigación, a cargo del fiscal Martín López Perrando, titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°12, avanza gracias a nuevos testimonios. Una de las personas contactadas por el fiscal reveló que los propietarios del domicilio de la avenida Congreso 3748 tienen un hijo, hoy de 56 años, que fue compañero de Diego en la Escuela Nacional de Educación Técnica (ENET) N°36.

El dato que pasó desapercibido

Según la hipótesis del fiscal, este vínculo nunca fue advertido por la familia de Diego ni por su círculo cercano, ya que el sospechoso no formaba parte del grupo habitual de amigos ni del club Excursionistas, donde el joven solía jugar al fútbol. Esto habría permitido que la conexión entre ambos pasara desapercibida durante más de 40 años.

Diego, un adolescente de 16 años que había desaparecido el 26 de julio de 1984
Diego, un adolescente de 16 años que había desaparecido el 26 de julio de 1984

El 20 de mayo pasado, personal de la Policía Científica levantó evidencias del terreno. El material incluía 151 fragmentos óseos — tibia, peroné, mandíbula y dientes—, además de objetos personales como una llave, un llavero naranja, un trozo de reloj marca Casio, una etiqueta de ropa, un fragmento de tela y un dije con inscripciones en caracteres asiáticos.

Diego Fernández Lima había sido visto con vida por última vez el 26 de julio de 1984, alrededor de las 14:00. Su identidad fue confirmada recientemente mediante una prueba de ADN realizada a su madre. El cuerpo había sido enterrado en una pequeña fosa de 40 centímetros de profundidad, 60 de ancho y 1,20 metros de largo, ubicada justo en la medianera que separa las dos propiedades.

El chalet que habitó Cerati

El hallazgo ocurrió mientras obreros trabajaban en la demolición del inmueble, lo que permitió descubrir los restos enterrados. La casa donde fueron encontrados había tenido varios inquilinos a lo largo del tiempo, entre ellos Gustavo Cerati, quien vivió allí entre 2001 y 2003. También Hilda Lizarazu, Tito Losavio y la artista plástica Marina Olmi, hermana del actor Boy Olmi.

Durante tareas de demolición y excavación obreros descubrieron restos óseos humanos enterrados
Durante tareas de demolición y excavación obreros descubrieron restos óseos humanos enterrados

Olmi adquirió la propiedad a los descendientes de Olga Schuddekopf, una mujer de origen alemán. El sitio, que en algún momento funcionó como sede de la iglesia Santa María, contaba con una pileta, un amplio patio y dos construcciones separadas: una en el frente y otra en el fondo del terreno.

El caso, que había permanecido sin resolver por más de cuatro décadas, cobra ahora un nuevo impulso con la aparición de un posible sospechoso y nuevas pistas que podrían arrojar luz sobre lo ocurrido con Diego Fernández Lima.

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