Tres hombres fueron condenados por cometer al menos cuatro entraderas en menos de una hora en San Miguel de Tucumán. El jefe de la banda recibió la pena más alta. Seguirán detenidos hasta que la sentencia quede firme.

Los hechos ocurrieron en un lapso de tiempo de no más de 45 minutos, la madrugada del 27 de agosto de 2023. A las 6.30, una mujer había estacionado su Volkswagen T-Cross frente a su casa, en calle Belisario Roldán al 600, y bajó para abrir la cochera. Un Volkswagen Polo apareció de la nada y se detuvo bruscamente. De él bajaron varios hombres, armados. Uno de ellos se acercó directamente a la mujer, le tomó el rostro con una mano mientras con la otra le apuntaba con un revólver negro. “Dame las llaves”, exigió con voz firme. Otro, agregó: “Si gritás o nos mirás, te matamos”. La mujer fue sujetada con fuerza y llevada hacia el interior de su vivienda. Allí estaba su hijo, a quien apuntaron directo al pecho. Uno de los asaltantes gatilló, pero el arma falló. Luego, escaparon en la T-Cross, llevándose consigo dinero, joyas y todo lo de valor que encontraron a mano.

Una madrugada de terror con los Gardelitos: condenados por cuatro asaltos violentos en 45 minutos

Quince minutos más tarde, el Polo reapareció en el pasaje Baltazar Aguirre al 400. Esta vez, las víctimas eran un grupo de vecinos que conversaban en la vereda. La banda los rodeó, sacó sus armas y les exigió celulares y billeteras. Una de las vecinas intentó resistirse. No hubo contemplaciones: un disparo seco y directo a la pantorrilla la dejó tendido en el suelo.

A las 7:00, la violencia siguió su recorrido por calle Próspero Mena, entre San Lorenzo y Las Piedras. Un chofer de Uber esperaba a una pasajera dentro de su Cross Fox. Estaban por arrancar cuando una camioneta se cruzó frente al vehículo. De ella descendió un hombre con un arma de fuego. Apuntó al conductor, le abrió la puerta y lo obligó a bajar. También redujeron a la pasajera y huyeron con sus celulares.

Pero no fue todo. Antes de huir, uno de los asaltantes embistió con el auto al chofer, pasándole por encima de los pies. Luego, ya en el piso, comenzó a golpearlo en la cabeza con el arma, provocándole cortes profundos. La secuencia fue brutal, despiadada.

La última escena se registró a las 7:10. En la esquina de avenida Américo Vespucio y Ernesto Padilla, un motociclista circulaba tranquilo por la avenida cuando fue interceptado por los delincuentes. Lo persiguieron, lo hicieron caer del rodado y se lo robaron.

Las penas

Por unanimidad, el tribunal integrado por Eduardo González (presidente), Augusto Paz Almonacid y María Soledad Hernández dictó este jueves la condena para los tres miembros de una banda conocida como “los Gardelitos”, acusados de protagonizar una serie de violentos robos en distintas zonas de la capital tucumana durante la madrugada del 27 de agosto de 2023.

Una madrugada de terror con los Gardelitos: condenados por cuatro asaltos violentos en 45 minutos

Abel David Lobos, señalado como el líder del grupo, fue condenado a 15 años de prisión. Juan José Tagles, apodado “Tano”, recibió 12 años, mientras que Facundo Andrés Frías, alias “Colo”, deberá cumplir una pena de siete años. Los tres permanecerán con prisión preventiva por tres meses mientras se tramitan los eventuales recursos de apelación.

Según se ventiló en el juicio oral, los hechos ocurrieron con minutos de diferencia, bajo un patrón de violencia extrema, uso de armas de fuego y sustracción de vehículos. “Estos hechos se podrían titular como el raid delictivo de los Gardelitos. En menos de una hora cometieron múltiples ilícitos con una violencia absolutamente desmedida”, sostuvo durante su alegato final el fiscal Diego López Ávila, titular de la Unidad Especializada de Robos y Hurtos I del Ministerio Público Fiscal.

El caso fue reconstruido a partir de un complejo trabajo pericial del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF), que incluyó análisis de redes sociales, geolocalización, pericias a vehículos y registros fílmicos.

Lobos fue hallado culpable de cuatro hechos de robo doblemente agravado (por haberse cometido en poblado y en banda, y con arma de fuego operativa), en concurso real. Tagles fue condenado por tres hechos con las mismas características, y Frías, también por tres, aunque con un grado menor de participación. En tanto, un cuarto integrante de la banda, Diego Jeremías Barón Aguirre —primo de Lobos— ya había sido condenado a nueve años y medio de prisión mediante un juicio abreviado.

Durante la audiencia final, los acusados ofrecieron sus últimas palabras. “Soy inocente. Decidí llegar a este juicio para demostrarlo. Trabajo honestamente y no necesito delinquir”, dijo Lobos, de 28 años. Frías admitió su participación: “Estoy arrepentido. Lo único que hice fue dar el auto”. Tagles, por su parte, hizo alusión a una causa anterior: “Sabía que no tenía que hacer nada malo porque si no venían las consecuencias. Yo trabajo todos los días como vendedor ambulante”.